Nota de Matias Lértora

Aunque parezca mentira, en mayo de 1977 en pleno estreno de Star Wars, George Lucas se fue de vacaciones a Hawai con su amigo Steven Spielberg porque estaba convencido de que su Ópera Espacial iba a fracasar. Pero eso es parte de otra historia…

En esos días que pasaron juntos el director de Jaws (1975) escuchó con mucha atención la idea de Lucas titulada “Las aventuras de Indiana Smith”, un arqueólogo mezcla con Sherlock Holmes, con fuertes influencias de las narrativas de aventuras de los seriales de los años 30s y 40s.

Ese fue el germen de lo que luego terminó siendo Riders of The Lost Ark (1981). Tras el inmenso éxito se puso en marcha la secuela que llegó a los cines 1984: Indiana Jones and the Temple of Doom, que si bien también fue exitosa, recibió varias críticas negativas y la espalda por parte del público debido a su “tono oscuro y poco familiar”.

Así que antes de Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) se barajaron otros proyectos.

Asimismo, en el largo periodo entre la tercera entrega e Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal (2008), también se desarrollaron otras historias. Pero ello, aquí una nueva entrega de “Grandes películas que no vimos”.

Recordemos que dentro de los pasillos de los diferentes Estudios que tienen base en Hollywood podemos encontrar historias de todo tipo. Algo que llama mucho la atención es la cantidad de millones de dólares que se gastan en películas que nunca llegan a realizarse. Años de laburo archivados en una bóveda.

Con el correr del tiempo, muchos involucrados en estos proyectos han hablado e incluso hecho documentales al respecto.

Indiana Jones y la Mansión Embrujada

Fue el primer proyecto que se pensó como tercera película. El guión lo escribió Diane Thomas (Romancing the Stone, 1984), y se iba a tratar sobre Indy investigando una atracción de terror en un parque de diversiones (supuestamente se iba a rodar en Disney), que parecía que estaba verdaderamente embrujada.

Spielberg no quiso avanzar con el proyecto porque tenía muchos paralelismos con Poltergeist (1982), película que produjo, co-guionó y que también dirigió detrás de la cortina (esto también es parte de otra historia).

Finalmente, la idea fue descartada.

Indiana Jones y el Rey Mono

Fue la opción siguiente y con guión del mismísimo Lucas.

La historia giraba alrededor de la Fuente de la Eterna Juventud. No se sabe mucho más del proyecto, pero fue lo anterior a la Última Cruzada, donde persistió la idea de la vida eterna.

Indiana Jones y los Hechiceros de Marte

Probablemente el mejor título que hubiera tenido la saga. La idea y el guión vinieron por parte de Jeb Stuart, quien era uno de los principales escribas del show televisivo The Young Indiana Jones Chronicles (1992-1993).

Luego de la cancelación de la serie se abocó a esto y pasó por unas cuantas reescrituras. A George Lucas le gustaba, pero no era el caso tanto para Spielberg como para Harrison Ford, quien ya tenía poder de voto y veto.

La historia arrancaba en los preparativos de boda entre Indy y una lingüista llamada Dra. Elaine McGregor. Los invitados a tal evento iban a ser cameos de las películas anteriores (Sean Connery incluido).

El gran día ella desaparece. Lo deja plantado en el altar y él comienza a buscarla. Es ahí cuando descubre que su prometida estaba en el medio de una gran conspiración y que formaba parte de un equipo que había estado con cuerpos extraterrestres y que estaba tratando de descifrar el lenguaje de una nave espacial.

Indy va siguiendo las pistas, descifra cosas, llega a una montaña con objetos de civilizaciones viejas y allí se desarrollaba gran parte de la aventura. Al estar situada en la década del 50’, los rusos eran los malos y estaban metidos en esto.

En el clímax aparecían aliens y naves especiales. El final era feliz: se terminaban casando. El proyecto se canceló luego del estreno de Independence Day (1996), por algunas similitudes y para no girar en torno a extraterrestres.

Indiana Jones y el Continente Perdido

Otro de los guiones que circuló en los 90s para una cuarta película fue impulsado gracias al éxito del videojuego de 1992 llamado Indiana Jones y el Destino de la Atlántida. La historia nunca se filtró, pero se sabe que no convenció a ni a Spileberg, Lucas y Ford.

Indiana Jones y la Ciudad de los Dioses.

En 2002 Frank Darabont, conocido por ser el director de la gran The Shawshank Redemption (1994) y adaptar The Walking Dead a la TV, entregó un guión por encargo de Spielberg y Lucas, sobre una civilización pérdida y muy avanzada, oculta del mundo.

Ex agentes Nazis eran los villanos y se introducía el concepto del hijo de Indy. La gran mayoría de estas ideas fueron adaptadas a lo que luego termino siendo Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal que llegó a los cines en 2008 y recibió mucho odio, tal vez desmedido.

Desde hace unos años se activó una quinta parte, de la cual no se sabe nada en cuanto a la historia pero que va a ser la primera que no cuente con Spielberg en la dirección ya que se bajó del proyecto.

Será James Mangold (Ford vs Ferrari, 2019 / Logan, 2017), quien se siente detrás de la cámara para un rodaje supuesto, COVID mediante, en 2021 y un estreno en 2022. Veremos qué sucede y cómo será esa despedida de Harrison Ford (tendrá 79 años durante el rodaje).

Matías Lértora