Liga de la justicia ¿Qué significa #ReleaseTheSnyderCut?
Artículo de Matías Lertora
Se cumplen cuatro años del estreno de Batman V Superman: Dawn of Justice y por lo tanto es el aniversario de la presentación de algunos de los personajes que aparecieron en ese film y que luego confluyeron en una película: Justice League.
Más allá de las valoraciones personales sobre el primer encuentro cinematográfico de El Último Hijo de Krypton y El Encapotado, lo cierto es que fue un evento esperado por generaciones. Lo mismo con La Liga.
Dicho film obtuvo críticas desfavorables y si bien recaudó 872 millones de dólares no superó los mil millones, marca esperada por Warner ya que juntaba a sus superhéroes insignia. Más aún teniendo en cuenta que las dos últimas entregas de Batman habían alcanzado esos números.
Tampoco ayudó que meme “Sad Affleck” se viralizará de esa manera, lo cual también tuvo repercusiones en la salud y vida personal del actor.
El rodaje de Liga de la Justicia estaba pautado para abril de 2016 en Londres, llevaban meses de pre-producción con millones invertidos y agendas cerradas, era muy tarde para parar la maquinaria, así que lo que se hizo fue tomar decisiones drásticas acerca de la historia a contar y, por sobre todo, el tono.
En un principio iban a ser dos películas de La Liga a estrenarse en 2017 y 2019, respectivamente, pero se decidió focalizarse en la primera para luego hacer una secuela. Eso requirió cambios en la historia.
Asimismo, se le exigió a Zack Snyder insertarle más humor, quitarle solemnidad y el “tono sombrío” visto en Batman V Superman.
Tal era la desesperación de Warner para demostrar esto que a tan solo semanas de iniciado el rodaje convocó a la prensa a un Set Visit especial (sin cláusulas de embargo) para que pudieran publicar que “había humor” en la película.
La filmación prosiguió, se lanzaron trailers, fotos, etc. Pero algo ocurrió, una tragedia.
Luego de terminado el rodaje, y ya con meses de lleno en la post producción (mayo 2017), se anuncia que Zack Snyder dejaba el proyecto para estar con su familia tras el suicidio de su hija Autumm, de 20 años.
Es ahí cuando cambia la historia y cuando los fans y las redes sociales entran en juego.
El anuncio vino acompañado por la noticia de que Joss Whedon asumiría el resto de la post producción y reshoots programados según “lineamientos que el propio Snyder había dejado”.
La clásica (y tonta) rivalidad Marvel vs DC no se hizo esperar. “¿Cómo era posible que el director de Avengers se hiciera cargo de La Liga?”, “El humor de Ironman no es compatible con Batman”, fueron los comentarios más suaves. No se reproducirán aquí los insultos, así como tampoco lo agravios hacia Snyder.
Gente que había odiado a BvS se escondió detrás del anonimato de un avatar y un teclado y se burló del suicidio de su hija…
Más allá de esa canallada, sucedieron cosas muy interesantes con los fans, quienes empezaron a enrolarse muchos bajo la expectativa de que la película que se iba a estrenar no iba a ser la visión del director.
Finalmente en noviembre de 2017 llegó el estreno, con pésimas críticas y aún peor recaudación: 651 millones contra un presupuesto de 300 millones. El film fue un fracaso comercial.
Amén de eso, los fans se quedaron con un sabor muy amargo, lo épico que habían soñado de ese primer encuentro de sus héroes favoritos distó mucho en lo que se vio en pantalla.
La película fue un engendro. En una misma secuencia la cara de Ben Affleck cambiaba de más a menos hinchado, el escándalo del bigote removido digitalmente de Henry Cavill (no podía afeitarse por contrato, por el rodaje de Misión Imposible Fallout), la paleta de colores totalmente diferente a la que se había visto en los primeros avances, por solo enumerar algunas cuestiones.
Pero lo más importante y lo más notorio fue el cambio de la historia y la corta duración del film (dos horas).
Durante el estreno, en algunas notas se empezó a deslizar que “había quedado mucho material afuera” y que los reshoots habían sido largos y problemáticos.
Entonces fue ahí cuando comenzó a la gran pregunta: ¿Qué película vimos? ¿Vimos la visión de Zack Snyder?
Casi de inmediato surgió el hashtag #ReleaseTheSnyderCut (Estrenen el corte de Zack Snyder) y llegó a lugares impensados.
En los más de dos años desde el estreno de la película ha sido trendig topic global muchas veces, pero también trascendió lo digital.
Desde actos sencillos, tales como carteles en convenciones, hasta alquiler de aviones que volaban con el leitmotiv sobre los estudios de Warner o alquiler de carteles gigantescos en el mismísimo Times Square de New York.
Pero también hay que destacar que estos fans destinan fondos para fundaciones de prevención de suicidio, lo que hizo que Snyder tenga una relación más estrecha con ellos.
¿Y qué pasó con el Snyder Cut?
Primero hay que dejar bien en claro una realidad sobre la realización cinematográfica: cuando se filma una película se sigue un guión y se filma TODO lo que en el guión aparece y dice. Esto lleva meses de planificación en la etapa pre-producción.
Será en la post producción, mientras se labura el sonido, VFX, etc, donde el director y el montajista eligen que se usa y que se descarta.
Primero se llega a un corte llamado “Armado 1” en donde básicamente está todo lo filmado según el orden establecido en el guión y luego se hacen otros armados hasta llegar a un corte.
En el caso de Hollywood y según reglas del Sindicato de Directores, el director tiene tres semanas para llegar realizar su corte una vez que se arranca la post producción. Luego el estudio y los productores pueden empezar a “meter mano”.
En enero de 2017 Zack Snyder ya tenía su corte y lo estuvo laburando por un par de meses hasta su tragedia familiar.
Por ello, hablar de que no existe un Snyder Cut destaca de una ignorancia supina en cuanto a cómo son los tiempos y procesos del cine.
Al momento de abandonar la producción (marzo 2017), Zack Snyder no solo tenía su corte, sino que éste estaba avanzado en VFX y música.
Asimismo, también hay que aclarar que estaban previstos reshoots para los meses de junio/julio.
¿Pero qué son los reshoots? Un arma fundamental y muy práctica que tienen los directores y productores hoy en día. Les dan el presupuesto de volver a filmar escenas, rearmar otras, crear cosas nuevas.
Esto surge luego de que llegan a un corte y deciden mejorarlo.
Que una película cuente con esto no significa que está en problemas. Hoy en día es algo de uso y costumbre en Hollywood, ya sea Star Wars o Avengers. A esa escala de producción hay reshoots y test screenings (testeos de público).
Pero lo que sucedió en este caso en particular es que este nuevo material adicional fue masivo. Se gastaron 30 millones de dólares extra y se volvió a filmar un 70 por ciento de la película.
A lo largo de los dos últimos años supimos que de lo que vimos en pantalla, solo un 30 por ciento pertenece al rodaje original de Snyder. El resto fue rodado por Whedon.
¿Cómo supimos esto? Gracias a gente que trabajó en la película, tal como Jay Oliva (storyboardista) y al mismísimo Snyder.
En su cuenta de la red social VERO ha ido publicando fotos y dando información sobre su corte de la película, desde actores que quedaron afuera (Willem Dafoe, Kiersey Clemons), escenas y secuencias entreras que nunca vimos, Superman con el traje negro e incluso la duración del film: 214 minutos.
Tal vez lo más importante sucedió el pasado 17 de noviembre, cuando se cumplió el segundo aniversario del estreno. Todos los fans se volvieron a conglomerar en las RRSS bajo el hashtag #ReleaseTheSnyderCut, pero lo llamativo es que se sumaron al pedido gran parte del elenco: Ben Affleck, Gal Gadot, Ray Fisher y Jason Momoa en sus propias redes.
Y hablando de Momoa, él es quien tiene la relación más estrecha con Snyder y por ello ha visto su corte de la película. “Es fantástica”, dijo.
¿La veremos?
Desde el pasado 17 de noviembre, cuando los actores salieron a apoyar la movida, se ha dicho que todo fue parte de una movida de Warner y que planean lanzarlo más adelante.
Se rumoró fuerte que iba a ser en el mes de mayo de 2020 y que sería parte del contenido de la nueva plataforma HBO MAX.
Pero con el pasar de los meses no se volvió a decir nada.
También sucedió la compra de AT&T hacia Warner Bros y el cambio de autoridades en DC Entertaiment. Lo cual pudo haber sacudido todo.
O sea, se puede anunciar de un día para el otro o puede pasar mucho tiempo.
Desde el lado de Snyder y su entorno el cambio más notorio fue, justamente, el título del film, lo que dio aún más esperanzas. Ahora se lo conoce como Zack Snyder’s Justice League (Liga de la Justicia de Zack Snyder).
Quien escribe esto no tiene duda alguna que un día veremos el Snyder Cut. Más tarde o más temprano.
Hay varios ejemplos a lo largo de la historia del cine donde han salido nuevos cortes de películas tiempo después de su estreno. Ya sea Apocalipsis Now de Francis Ford Coppolla o Blade Runner de Ridley Scott.
Pero el ejemplo más paradigmático para destacar en este caso tiene que ver con Superman.
En el año 2006 se lanzó en formato doméstico el corte de Richard Donner de Superman II (1980).
Película que había sido ultrajada, donde se contrató a otro director (Richard Lester) y sólo había quedado en pantalla un 20 por ciento de lo filmado por el director original. ¿Les suena?
La gran diferencia es que Donner no había podido completar el rodaje, cosa que Snyder si hizo.
En definitiva, es inevitable que veamos la película. La pregunta es cuándo.
¿Será buena? ¿Será mala? Ese es otro debate. Lo cierto y lo que hay que analizar es este movimiento de fans y la fidelidad hacia una visión, hacia un director y una bandera que grita la respuesta de este mismo artículo: #ReleaseTheSnyderCut.
Matías Lértora