Nota de Hugo Zapata

Para mucha gente de mi generación, Mi pobre angelito fue una de esas películas populares que desgastamos en el vhs hasta que la cinta no dio para más y luego la grabamos otra vez en un canal de cable.

Si es que para entonces no tenías en tu colección el video original.

Tengo muy presente el recuerdo cuando llegó a los cines en Argentina y la locura que había en las salas, con colas interminables para poder verla.

Un fenómeno masivo que se repitió en todo el mundo y le otorgó a Fox una recaudación que superó los 477 millones de dólares y el récord de la comedia más taquillera de la historia.

Un hito que recién sería superado en el 2011 por la continuación de ¿Qué pasó ayer? que obtuvo 586 millones de dólares.

La diferencia es que el film de Warner (además de ser un refrito de la obra original) ya quedó en el olvido, mientras que Mi pobre angelito (traducciones de títulos locas si las hay) es un clásico indiscutido de la temporada navideña.

Hace unos días volví a verla después de muchos años y aunque la conozco de memoria la disfruté otra vez como el primer día.

Es una producción donde todos los elementos, tantos técnicos como argumentales, se acoplan en una sincronía perfecta.

Podemos resaltar el guión de John Hughes, que incursionaba en la comedia física (con influencia de los Looney Tunes) pero también presentaba una historia familiar emotiva; la dirección dinámica de Chris Columbus, donde aprovechaba a la perfección a cada miembro del reparto; la música de John William que elevaba el contenido artístico del film a otro nivel y la personalidad carismática de Maculay Culkin, quien sobresalió como uno de los mejores niños actores de su generación.

Hay detalles fantásticos del argumento de Hughes que atravesaban las barreras culturales, como el caos que se puede generar en una familia numerosa antes de salir de viaje, con el inevitable pedido pizza en la noche previa. También sobresalía la subtrama con el vecino misterioso, representante de las típicas leyendas urbanas infantiles, que después tenía un desenlace conmovedor y la gran dupla de villanos que conformaban Joe Pesci y Daniel Stern.

Sin embargo hubo un momento especial que quedó en el recuerdo y brinda algunas de mis escenas favoritas de esta película.

Guarda el cambio, inmundo animal

No fue poca la gente (incluido el propio Maculay Culkin) que durante mucho tiempo creyó que el film de gánsters (Angels with Filthy Souls) que mira Kevin en video era real.

En realidad se trataba de una parodia del clásico de Warner, Ángeles con caras sucias (James Cagney), de 1938, donde se recreó de un modo impecable la estética del cine noir de esa época.

Gran trabajo del director de fotografía Julio Macat y Chris Columbus quien realizó esa secuencia con los ángulos de cámara que se utilizaban en aquellos años.

El rol del Johnny, quien expresaba la memorable frase "guarda el cambio, inmundo animal, fue interpretado por Ralph Foody, recordado también por el rol del policía alcohólico en Código de silencio (1984), con Chuck Norris.

El peor error de Warner Bros

No fue casualidad que la parodia del cine gánster se relacionara con un clásico de la Warner, ya que originalmente fue el estudio que le dio luz verde al proyecto.

Mi pobre angelito surgió en una época donde Sylvester Stallone, Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger eran los amos del universo en Hollywood y el principal gancho para atraer el público a los cines se centraba en la presencia de las grandes figuras.

Para Warner la propuesta de Hughes y Columbus era un film menor, protagonizado por un pibe desconocido, que no tenía chances de competir contra las grandes superproducciones.

En la serie documental de Netflix, The Movies That Made Us (que recomiendo), se ahonda bastante en este conflicto, donde se explica en detalle como el film cambió de estudio.

El resumen es que los ejecutivos de Warner cancelaron el proyecto cuando los realizadores se pasaron del presupuesto estimado de 12 millones de dólares y Fox lo revivió al financiar la diferencia que faltaba.

Mi pobre angelito luego aniquiló a toda la competencia cuando se estrenó en Estados Unidos en noviembre de 1990 y ninguna película la pudo bajar del primero puesto de la taquilla hasta finales de abril de 1991.

La casa de los McCallister

Un detalle que me sorprendió del documental de Netflix y desconocía es que los interiores de la espectacular mansión de los McCallister se recrearon en la cancha de básquet de un colegio secundario de Chicago. El mismo instituto donde John Hughes filmó Uncle Buck, con John Candy.

La vivienda que fue valuada en 2.4 millones de dólares se encuentra en el suburbio de North Shore, en Winnetka, Illinois, donde el cineasta realizó todas sus películas conocidas.

Una de las razones de esta elección se debió a que en Chicago los productores quedaban libres de la supervisión de los ejecutivos del estudio.

El fallido intento de Fox por construir una franquicia

Después del fenómeno taquillero del film de 1990, Chris Columbus y Hughes desarrollaron la continuación estrenada en 1992.

Mi pobre angelito 2 fue otro suceso popular que recaudó más de 350 millones de dólares y contó con una gran recepción del público, no así de la prensa, que previamente también había castigado a la obra original en las críticas.

Columbus reunió al mismo reparto más nuevas incorporaciones donde se destacaron las presencias de Tim Curry, Ally Sheedy, Rob Schneider y Donald Trump, quien en ese momento era el dueño del Hotel Plaza donde se llevó a cabo la filmación.

Los estudios Fox decidieron continuar con la franquicia durante la década de 1990 pero en todos los casos fracasaron miserablemente. A John Hughes ya se le habían agotado las ideas para extender el mismo concepto en Mi pobre angelito 3(1997), con Alex D. Linz en el rol protagónico.

La película era un refrito de la primera entrega con una producción desapasionada y como era de esperarse el público la detestó. El mismo destino tuvieron las siguientes continuaciones, estrenadas en el 2002 y el 2012, con falsos Macaulay Culkin que intentaron imitarlo en películas malas hechas para la televisión.

Actualmente se encuentra en rodaje una nueva entrega que se estrenará en Disney + el año que viene y contará con el regreso de Culkin como Kevin McCallister.

Veremos si levanta un poco la calidad de las últimas que películas que nunca pudieron evocar el espectáculo entretenido que brindaron las primeras dos entregas.