Nota de Matias Lértora

A lo largo de la historia se han estrenado varias películas a las cuales se las ha denominado como “malditas”. Ya sea por tragedias que ocurrieron durante su producción o el destino que tuvieron algunos de los partícipes.

Pero hay una que se destaca por sobre el resto.

Así que aprovecharemos la semana de Halloween para repasar los misterios y el legado de La profecía (The Omen, 1976).

¿Obra del diablo?

Ante el éxito apabullante de El Exorcista (1973), varios productores en Hollywood pensaron en replicar la fórmula. Así fue como Harvey Bernard contrató al guionista David Seltzer para que desarrollara una idea y éste decidió meterse con dogmas, mitos y leyendas del cristianismo.

Consultó con un ex sacerdote apellidado Munger y juntos desarrollaron la historia del nacimiento del Anticristo.

La película dirigida por Richard Donner y protagonizada por el legendario Gregory Peck se estrenó el 6 de junio de 1976 y fue un gran éxito ya que cosechó 61 millones de dólares de recaudación con tan solo 2.2 millones de presupuesto. Pero estos son los datos duros de cualquier película.

Aquí la pregunta es por qué se la considera la más maldita de todas.

Lamentablemente las respuestas son varias, así que desarrollaremos una por una, pero sin ahondar en detalles gráficos porque no es la intención de este informe.

Lo primero para destacar es que un sacerdote llamó por teléfono a las oficinas de la productora para decir que iba a pasar algo muy malo si hacían esta película. Pero ello no es nada en comparación con lo que ocurrió después.

¿Cuáles son las chances de qué tres rayos caigan en tres aviones distintos en donde viajaban (en diferentes días) miembros de la película? Así sucedió con los vuelos de parte de crew, el del guionista y el de Peck.

Y en referencia al protagonista y los vuelos, resulta que estaba en ese avión porque por un motivo personal no voló en el que le contrataron originalmente y resulta que ese vuelo se estrelló cuando apenas despegó como consecuencia de pájaros que se metieron en las turbinas.

Lo peor y más descabellado de la situación es que el avión ingresó a una ruta y colisionó con un auto, matando a sus ocupantes, que resultaron ser la esposa e hijos del piloto.

Otra de las cuestiones más llamativas tiene que ver con los perros que atacan a Peck en una escena. Resulta que los perros no soltaron al doble del actor pese a las órdenes de su entrenador, lo cual ocasionó lesiones.

Pero lo extraño y trágico sucedió al día siguiente cuando dicho entrenador murió asesinado por un tigre que estaba entrenando en otro lugar y los perros murieron de causas no esclarecidas unos días más tarde.

Y si bien esto suena raro y loco, no es lo más llamativo de esta producción.

Hay una tragedia que supera a la ficción y es la que le ocurrió al supervisor de efectos especiales, John Richarson, al poco tiempo de terminar el rodaje.

Resulta que tuvo un accidente automovilístico en el cual su esposa perdió la vida mediante una decapitación muy similar a la escena en la cual le sucede eso al personaje interpretado por David Warner.

Como si eso fuera poco, el hecho ocurrió al lado de un cartel que decía “Ommen 66.6km”. “Creer o reventar”, eso es lo que dicen. Toda esta información puede ser chequeada de manera muy sencilla, y estos son los hechos más terroríficos. Ya que hubo más, desde accidentes menores o cosas más graves tales como que el protagonista, director y productor podrían haber perdido la vida si hubiesen ido más temprano a un restaurante que explotó como consecuencia de un atentado por parte del grupo terrorista IRA.

Hay muchas películas denominadas “malditas” en el cine, pero esta fue la primera que trató con 666 y toda esa historia. Dependerá de cada uno en creer o no, o mismo en qué creer. Ya que hay una teoría que dice que el film está bendecido porque pasaron muchas cosas que podrían ser consideradas obra del demonio y que aún así el film pudo completarse y estrenarse.

Matías Lértora