Nota de Hugo Zapata

El calendario de estrenos de 1990 fue extraordinario y brindó muchos títulos populares que este año cumplen su 30 aniversario.
Una de esas producciones destacadas, que actualmente es común de encontrar en canales de cable o plataformas de streaming como Amazon, fue La caza del Octubre Rojo.
Probablemente una de las grandes gemas de la filmografía del director John McTiernan (Duro de Matar) que introdujo en la pantalla grande al analista de la CIA, Jack Ryan, quien regresaría con diversas encarnaciones en años posteriores, además de protagonizar la extensa saga literaria del autor Tom Clancy.
Hasta 1990 el mundo de los submarinos no tenía tanta presencia en Hollywood y la máxima referencia se encontraba en la obra maestra de Wolfgang Petersen, Das Boot, de 1981 (actualmente disponible en Netflix).
A través de un intenso thriller, ambientado en la Guerra Fría, McTiernan narró la historia de un capitán soviético que desertaba de su fuerza con un submarino nuclear con el objetivo de llegar a las costas de Estados Unidos.
Impecablemente filmada con un gran tratamiento del suspenso y la acción, la película se vio favorecida además con las interpretaciones de Alec Baldwin, Sean Connery, Sam Neil, James Earl Jones y la memorable música de Basil Poledouris (Conan).
Como sucede con los grandes clásicos, La caza del Octubre Rojo tampoco estuvo exenta de algunas curiosidades.

Una historia imposible de filmar 

Lejos de lo que cree la mayoría de la gente, el escritor Tom Clancy no tenía ningún vínculo con la fuerza naval de los Estados Unidos e inclusive de joven había sido rechazado por el ejército debido a una profunda miopía.
El creador de Jack Ryan era un vendedor de seguros apasionado por los temas militares que en su tiempo libre completó la novela, La caza del Octubre Rojo.
Un thriller que contaba con una investigación descomunal en lo referido a la tarea técnica de los submarinistas.
Sus únicas fuentes para desarrollar la trama habían sido libros de historia y charlas con veteranos de la Marina.
La novela se publicó sin demasiado ruido en octubre de 1984 y recién se convirtió en best-seller cuando el por entonces presidente norteamericano Ronald Reagan la recomendó en una conferencia de prensa informal.
Sin embargo, a diferencia de lo que suele ocurrir habitualmente con una obra popular, los estudios de Hollywood no compraron los derechos para el cine debido que se consideraba una propuesta imposible de filmar.
La trama no sólo era demasiado larga sino que estaba plagada de términos militares técnicos que eran complicados de traducir a un público masivo.
Recién en 1989 el guionista de Highlander, Larry Ferguson, le encontró la vuelta para convertirla en una película y el director John McTiernan rechazó la continuación de Duro de Matar para sumarse a este desafío al que le escaparon otros realizadores.

Sean Connery y un reemplazo de último momento.

En un principio el rol de capitán ruso Marko Ramius estuvo a cargo del austríaco Klaus María Brandauer, recordado como el villano de la película clandestina de Bond, Never Say Never Again (1983).
Dos semanas después de haberse iniciado el rodaje, el artista se quebró una pierna en un accidente.
El propio Brandauer le recomendó al director McTiernan que le dieran el rol a Sean Connery, quien sin tiempo para prepararse se incorporó enseguida a la filmación.
La gran mayoría de sus escenas en el submarino fueron escritas por el realizador John Milius (Conan), quien ayudó al actor a recrear el acento ruso.

Alec Baldwin, el elegido de Tom Clancy.

Desde los inicios del proyecto el estudio Paramount quería a Harrison Ford para el rol de Jack Ryan. Una decisión que contaba con la oposición de Tom Clancy ya que lo consideraba demasiado viejo para el papel.
Ford rechazó el proyecto debido a que el rol de Connery tenía más escenas relevantes y cuando se lo ofrecieron a Kevin Costner también lo dejó pasar para dedicarse a filmar Daza con lobos.
Eventualmente el trabajo quedó a cargo de Alec Baldwin, quien por entonces era mucho menos conocido.
No obstante, contaba con la bendición del escritor quien siempre consideró al artista la encarnación perfecta de Ryan.
Alec hizo un gran trabajo con el rol y la idea era que siguiera en la serie con las adaptaciones de otras novelas de la saga.
Pese a todo, cuando comenzó la producción de Juego de patriotas Baldwin pidió un aumento de salario y por la misma suma los productores contrataron a Harrison Ford, ya que era más popular.
Este hecho hizo enojar a Clancy, quien no quería saber nada con Ford y entendía que Baldwin merecía una mejor paga y a partir de ese momento se desvinculó de todas las producciones basadas en sus obras.
El autor en adelante cobró los cheques por los derechos cinematográficos pero ya no se involucró en la producción como en el film de 1990 y tampoco se interesó en promocionar las películas.
Por su parte, Baldwin durante más de una década no paró de hablar pestes sobre Harrison Ford en los medios de prensa (lo aniquiló en su autobiografía) y nunca le perdonó que negociara con Paramount cuando él intentaba conseguir un mejor salario.

El legado de La Caza del Octubre Rojo.

Filmada con 30 millones de dólares la película superó los 200 millones de recaudación y se mantuvo entre los estrenos con mayor convocatoria de espectadores durante tres semanas.
El suceso del film sorprendió a los directivos del estudio Paramount que pensaban que las historias de la Guerra Fría ya no eran atractivas para el público.
Especialmente cuando una semana después del estreno Rusia disolvió oficialmente la Unión Soviética.
Lo cierto es que esta producción luego contribuyó a darle una mayor visibilidad a las historias de submarinos en Hollywood que reaparecerían en otros títulos populares, como Marea Roja (1995), muy influenciada por las historias de Clancy, U-571 (2000), y K-19: The Widowmaker (2002).
La popularidad de la obra McTiernan también jugó un papel fundamental en las ventas de los libros de Clancy que expandieron el universo literario de Jack Ryan.
En el cine el analista de la CIA logró mantenerse vigente con dos películas con Harrison Ford (Juego de Patriotas y Peligro inminente) y los relanzamientos fallidos protagonizados por Ben Affleck (La suma de todos los miedos) y Chris Pine (Shadow Recruit).
Actualmente encontró su redención en la serie de televisión de Amazon con John Krasinski que se encamina a tener una tercera temporada el año que viene.

Este era el avance original de La caza del Octubre Rojo con la inolvidable narración de Don LaFontaine.