Nota de Hugo Zapata

Dentro del género de terror y ciencia ficción las arañas fueron fuente de inspiración para varias películas en los últimos 50 años y cada tanto reaparecen en alguna producción independiente del cine clase B.

Entre los grandes clásicos sobresalen Tarántula (1955), que tuvo a Clint Eastwood entre sus extras, The Incredible Shrinking Man (1957), basada en una historia de Richard Matheson y la inolvidable Kingdom of Spiders (1977), con William Shatner.

Un clásico en los años ´80 dentro del ciclo Sábados de super acción, cuando Telefé se llamaba simplemente Canal 11.

Aunque en el nuevo milenio se hicieron varias películas de este tipo, como Eight Legged Freaks (2002), con David Arquette, hay una producción especial que se convirtió en un clásico y conserva el récord de haber sido la más taquillera en esta categoría.

Aracnofobia fue un proyecto de Steven Spielberg que desarrolló bajo su productora Amblin Entertainment y representó el debut como realizador de su histórico socio, Frank Marshall.

El film, que este año cumple su 30 aniversario, en el momento de su estreno fue un sorpresivo éxito taquillero que logro hacerle frente a una fuerte competencia donde enfrentaba tanques populares como Duro de Matar 2 y Ghost.

Aunque originalmente el guion presentaba una historia seria de terror, Spielberg y Marshall luego decidieron encarar el film a través de la comedia de humor negro con guiños al clásico de Alfred Hitchcock, The Birds.

En la trama una expedición de entomólogos en Venezuela descubría una nueva especie de tarántulas que eran inmunes a la fumigación. Un espécimen terminaba escondido en la mochila de un investigador y de ese modo llegaba a un pequeño pueblo rural de los Estados Unidos donde se reproducía.

Jeff Daniels encarnaba a un doctor con fobia a las arañas que se mudaba con su familia a esa locación para trabajar en una clínica. La araña de Venezuela luego creaba un nido de crías en el granero de su casa y al poco tiempo las muertes se incrementaban por las picaduras de los insectos.

Aracnofobia sobresalió por la gran combinación que presentó combinar entre la comedia y el cine de horror. La historia no se tomaba el conflicto en serio pero cuando desarrollaba situaciones de tensión el film era muy efectivo. Sobre todo porque le comía la cabeza a los espectadores desde los aspectos psicológicos.

No hay modo de ver esta producción y no sentir en algún momento algún escozor por el cuerpo o terminar algo paranoico por la aparición de las arañas.

Frank Marshall se tomaba su tiempo para construir el clímax y en el acto final lograba que los insectos fueran aterradores con un gran dominio del suspenso. En la vida real la gran mayoría de las arañas son inofensivas y no están interesadas en atacar a los humanos, pero en esta historia se exageraba el concepto con fines de ofrecer un entretenimiento.

No obstante, en 1990 hubo grupos de entomólogos que protestaron en la prensa por el modo en que Hollywood propagaba una imagen negativa de esta especie.

DELENA CANCERIDES, LAS CAMPEONAS DE ARACNOFOBIA

Salvo por la araña principal que por propósitos dramáticos era más grande y se creó con efectos especiales, el resto de los insectos que se ven en el film fueron reales.

Steven Spielberg y el director Marshall organizaron un casting donde estudiaron numerosas especies que participaron de una Olimpíada de arañas, donde competían en términos de velocidad, aspecto, y reacciones a las diversas temperaturas que podía tener el set de filmación.

Las grandes ganadoras resultaron ser las Delena cancerides, de origen australiano, que son inofensivas para los humanos pero debido a su aspecto aterrador resultaban perfectas para la película.

Amblin Entertainment tuvo que conseguir un permiso especial para transportar a los Estados Unidos 300 arañas de esta especie que sobresalieron en el gran final

BIG BOB, LA ARAÑA INSPIRADA EN ROBERT ZEMECK

Aunque la mayoría de los insectos que se ven en el film fueron reales para recrear a la gran villana que tenía un tamaño superior se implementaron efectos especiales.

La araña mecánica fue construida por Jamie Hyneman, quien en la actualidad es más conicido por ser uno de los conductores de la serie de televisión de Discovery, MythBusters. Aracnofobía representó uno de sus primeros trabajos en Hollywod.

El director Marshall bautizó a la araña gigante Big Bob en homenaje a Robert Zemeckis, con quien desarrolló la trilogía Volver al futuro.

Luego del suceso de este film el realizador volvió a incursionar en la dirección con otras dos propuestas populares. El drama Viven (1993) basada en la historia real de los jugadores de rugby uruguayos que sobrevivieron un accidente aéreo en Los Andes, en 1972, y Congo (1995), inspirada por la novela de Michael Crichton.

Su ópera prima hoy es considerada un clásico en materia de película de terror con arañas y actualmente se encuentra disponible en la plataforma Amazon.