Emilia Pérez es la obra pretenciosa de un director snob como Jacques Audiard, quien vio dos telenovelas de narcos en Netflix y creyó que tenía la suficiente información para desarrollar una película sobre el tema.

El resultado es un mamarracho tedioso que aborda la problemática del narcotráfico con una banalidad abrumadora 

La trama tiene como protagonista a Manitas del Monte, la caricatura de un traficante de drogas que tranquilamente podría haber creado Chester Gould en l930 para la galería de villanos de Dick Tracy.

El criminal decide cambiar de sexo y gracias a una vaginoplastía mágica se convierte de la nada en la santa patrona de los desaparecidos de México. 

La superficialidad con la que se trabaja la identidad trans de la protagonista y las complejidades en torno a la transición de género es otra muestra contundente de la  ignorancia del director en torno a estos temas.

 El conflicto ridículo que propone Audiard, centrado en el melodrama exagerado, se desarrolla a través de secuencias musicales que brindan el show de la vergüenza ajena y consiguen que Joker 2 parezca una buena película.

Dentro del reparto Zoe Saldaña queda bien parada con una interpretación digna, mientras que la figura principal, Karla Sofía Gascón, trae al  recuerdo con su labor las telenovelas mexicanas de los años ´90. 

La pobre Selena Gómez se llevó la peor parte.

Si bien es cierto que su labor es horrenda también fue descuidada por la dirección de Audiard.

Desde el momento en que la convocaron para el proyecto los productores sabían que Selena no hablaba castellano con fluidez y le podrían haber dado más tiempo para que prepara el personaje.

Aunque sus abuelos son mexicanos ella nació en Estados Unidos y a diferencia de Zoe Saldaña toda la vida se comunicó en inglés.

El ridículo que hace en este film se podía haber evitado si los productores no le hubieran soltado la mano, ya que es una actriz capacitada que puede ofrecer mejores interpretaciones.

Los elogios que recibió este film en el Festival de Cannes provienen de la misma clase de snobs que viven en un termo y desconocen las problemáticas sociales latinas en torno a la violencia narco.

Emilia Pérez es una película horrenda que no se puede tomar en serio.

Por la estupidez del contenido, los estereotipos obscenos con los que se retrata la cultura mexicana y la falta de sensibilidad y respeto a la hora de trabajar estos temas ya se ganó un puesto en la lista de los peores estrenos del 2025.