Yorgos Lanthimos… que ser humano extraordinario, que director de cine excelso.

La langosta (2015) y El sacrificio del ciervo sagrado (2017) fueron sus grandes cartas de presentación en Hollywood. Y ambas son cintas no convencionales e incluso “difíciles” para el gran público.

En cambio, La favorita (2018) fue más convencional, pero siguiendo con su toque.

Pero con Pobres Criaturas (2023) pateó el tablero otra vez y logró popularidad con una máxima expresión artística (y controversial).

Con el estreno que nos ocupa en este momento, me da la sensación de que es un “ahora voy a hacer una fumada para ver qué dicen”.

Y lo consiguió.

Tipos de gentileza es una antología medio indescifrable, son tres relatos en donde los mismos actores interpretan distintos y disimiles personajes y en donde se atraviesan los géneros. Tanto el drama, la comedia como lo fantástico.

Emma Stone (con Oscar fresco debajo del brazo por el tándem con el director) vuelve a romperla, pero lejos de otra estatuilla en sus roles aquí.

Willem Dafoe para aplaudir y Jesse Plemons también, pero por la incomodidad que genera.

Amén de su elenco y volviendo el eje del film, es muy difícil decir de qué trata y por qué ocurre eso.

Y ahí es donde radica lo genial del film: la experiencia de verlo, de someterse al experimento que Lanthimos propone.

En lo particular no me gustó del todo, no me pude entregar, no entré.

Y estoy seguro de que el gran público tampoco lo hará e incluso insultará. Pero no por eso es menos admirable. Todo lo contrario.