Con un poco más de concurrencia en los cines, pero básicamente por su propio estreno Garfield tuvo poco más de 150.000 espectadores en más de 400 pantallas, por lo que el promedio fue de 371 por cada sala. Est...
Guerra Civil
TITULO ORIGINAL: Civil War
ACTORES PRINCIPALES: Cailee Spaeny, Wagner Moura, Kirsten Dunst.
GENERO: Thriller, Acción.
DIRECCION: Alex Garland.
ORIGEN: Estados Unidos.
DISTRIBUIDORA: Diamond Films
ESTRENO: 18 de Abril de 2024
109 Minutos
Apta mayores de 16 años con reservas
RESUMEN CRITICAS
Hugo Zapata C -
Matías Lértora A -
IMDB (Internacional) 7.6
Rotten Tomatoes (USA) 91 %
Clarín muy buena
La Nación muy buena
Página 12 8
CRÍTICA DE HUGO ZAPATA
Guerra civil es la nueva película del director Alex Garland, quien irrumpió en la industria del cine en el 2002 con el guión de Exterminio (28 Days Later) que introdujo a los zombis atletas de Danny Boyle.
Luego expandió su carrera como realizador con filmes pasables como Ex Machina y Aniquilación desarrollados en el género de ciencia ficción.
En los afiches promocionales de este estreno la compañía A24 optó por esconder su reciente incursión en el terror folclórico que fue Men, un bodrio de corrección política destinado a criticar de un modo torpe la masculinidad tóxica.
La nueva obra de Garland se promocionó con bombos y platillos como un controversial drama bélico en clips que incluían frases hechas de críticos de dudosa confianza.
Los elogios resaltaban “las mejores secuencias de combate de la historia del cine”.
Evidentemente el iluminado que manifestó esa declaración nunca vio La caída del Halcón Negro, Heat, Rescatando al soldado Ryan o Pelotón.
Películas de una jerarquía artística que el cine de Garland sólo podría alcanzar en otra reencarnación.
Su nueva propuesta tiene la intención de imaginar un futuro distópico donde los Estados Unidos se encuentran divididos por una guerra civil.
Con la estructura narrativa de un video juego, el argumento sigue a un grupo de periodistas que intentan viajar de Nueva York a Washington para entrevistar al presidente antes que el gobierno caiga en manos de las fuerzas rebeldes.
La pantalla final es la capital estadounidense y el “boss level” el mandatario maléfico de la tenebrosa derecha.
Lamentablemente la premisa del conflicto termina diluida en una película estúpida y superficial donde su director no tiene nada relevante para expresar sobre los temas que aborda.
Para elaborar un thriller político no es necesario convertir al film en un panfleto ideológico.
De hecho, una cualidad de los relatos distópicos es que te permiten trabajar temáticas contemporáneas desde la ficción especulativa a través de la simbología y la metáfora.
Garland elige conducir la trama por una vía apolítica para centrar el foco de atención en las consecuencias que genera en una sociedad el conflicto armado.
El problema es que la película resulta terriblemente plana desde esa perspectiva y su mensaje reduccionista se limita a expresar “la guerra es mala y la violencia deshumaniza a la gente”.
La verdad que esto se encuentra más cerca del humor idiota de los hermanos Farrelly que la obra perturbadora y pensante que te venden las reseñas exageradas.
Garland nos pide que tomemos con seriedad un conflicto donde los hillbillies de las milicias de Texas unieron fuerzas con los progre de California (Florida también se suma al delirio lisérgico) con el fin de combatir a un falso Donald Trump que impuso un régimen totalitario en los Estados Unidos.
Hasta la alianza de Kong y Godzilla tiene más sentido dentro de un film que en comparación con Guerra civil parece un documental de Michael Moore.
El presidente, que tiene ciertos tintes libertarios y odia a todos los periodistas, es un ser diabólico que se asemeja a los villanos subdesarrollados del cine de Marvel.
Tampoco llegamos a conocerlo demasiado porque aparece en apenas dos escenas y nunca se explica su posición política o los hechos que llevaron a la sociedad a terminar dividida en un conflicto armado.
El relato ni siquiera apela a la ambigüedad sino que presenta la cáscara de una fruta vacía.
Aunque el presidente es un facho de la derecha que arrasó con todas las libertades civiles el Tío Sam cuenta con los rebeldes de Texas y California (una alianza muy sólida) que se cargan con facilidad a todas las fuerzas armadas oficiales.
Este nivel de idiotez es lo que mucha gente hoy considera un cine jugado de calidad.
En lo referido a los corresponsales de guerra de la prensa nos encontramos por lejos con una de las representaciones más torpes que se concibieron en mucho tiempo.
A Garland no le interesa retratar profesionales reales sino caricaturas trilladas que vimos en otros filmes olvidables.
El reparto incluye al periodista veterano que está de vuelta en la vida y trabaja “en lo que quedó del New York Times” (Stephen Henderson), la fotógrafa estrella atormentada por los horrores que vio en el pasado (Kirsten Dunst), el rockero idealista amante de la adrenalina (Wagner Moura) y la infaltable reportera novata que se endurece a lo largo del conflicto (Cailee Spaeny).
Un arco argumental que tiene una ejecución deplorable.
Por cierto, el rol de Moura podría haber sido también un vendedor de churros y era lo mismo ya que nunca lo vemos ocupado con alguna tarea periodística, más allá de su delirio de obtener una declaración del Barón Zemo que reina en Washington.
Los miembros de este Dream Team de lugares comunes a partir de la segunda mitad del film (la más desopilante) se convierten en los típicos personajes de películas malas de terror que cometen todo tipo de estupideces para que el villano de turno los mate con facilidad.
Hacia el final cuando vemos a Moura esquivando balas en la primera línea de batalla con apenas un chalequito inservible de protección ya no importa más nada y mirás el reloj para que termine la pesadilla.
Por suerte Garland no extiende demasiado el clímax y se saca de encima la película con un final abrupto digno de una producción clase B de los años ´50 que incluye el contenido hueco que primó durante todo el relato.
Lo único destacable de Guerra civil lo encontramos en los aspectos técnicos donde es justo resaltar que se hizo un buen trabajo.
Sobresale especialmente la fotografía de Rob Hardy, que también se lució en los trabajos previos del realizador, los efectos de sonidos que son especialmente efectivos en las salas de cine y las secuencias de acción que cuentan con una puesta en escena decente.
A lo largo de 109 minutos hay dos escenas destacables.
Una participación de Jesse Plemons como un psicópata de los supremacistas blancos que levanta al público del tedio y le añade a la trama un poquito de tensión y otro momento con la amenaza de un francotirador que está bien trabajada desde el suspenso.
El resto es una película banal dominguera que no contribuye a despertar ninguna discusión interesante, ya que Garland no tiene nada para expresar más allá del mensaje anti-bélico de manual de “la guerra es mala”.
No sería raro que antes que finalice el año se convierta en un material de parodia para South Park.
CRÍTICA DE MATÍAS LÉRTORA
Le tenía muchas ganas a esta película y no decepcionó.
Me pareció muy interesante el concepto de distopia actual y lo bien anclada que se encuentra no solo con la agenda de Estados Unidos sino también a nivel mundial. Hoy más que nuca.
Es ahí donde nos encontramos con un relato crunto y sin concesiones y con otro gran acierto: que el punto de vista sea a través de los ojos de fotoperiodistas, tanto con experiencia como nuevos.
Alex Garland, director de filmografía ecléctica, donde encontramos una ópera prima superlativa tal como fue Ex Machina (2014) o terror un tanto fallido como Men (2022), su film previo.
Declaró que Guerra Civil será su última película. De ser así, sale por la puerta grande.
Construye tensión todo el tiempo. Climas desgarradores y unos planos maravillosos. La película está espectacularmente filmada.
Por su parte y luego de un receso en su carrea, Kristen Dunst vuelve a protagonizar y lo hace de maravillas en un papel que tiene que ser frío, pero que la realidad la conmueve.
Se encuentra muy bien escoltada por Wagner Moura, pero la que se lleva los aplausos es la joven Caliee Spaeny, a quien hace muy poco vimos en Priscila (2023).
Hay un montón de secuencias que me encantaría contar, pero obviamente no puedo hacerlo. Así que les remarco que vean esta película. Más aún si quieren una experiencia totalmente inmersiva, pero causa eso. Te arrastra y te sacude.
CRÍTICAS DEL PUBLICO
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