Zona de interés presenta un relato crudo que logra transmitir las atrocidades del holocausto sin caer en el uso de imágenes shockeantes o gráficas. Es una propuesta bastante astuta en ese sentido y creo que puede resultar una experiencia potente verla en la atmósfera de un cine. Claramente es una película particular y no será para todos los públicos, pero creo que transmite un mensaje que nunca está de más tener presente.

Esta bien armada, es una buena pelicula, pero me paso lo mismo que con ROMA no pude soportar el letargo, ideal para la previa de ir a la cama, te hace dormir. Es lo mejor del año???? que flojo el cine desde la pantemia.

Tuve que verla dos veces, porque venía de otra función y me quedé un toque dormido. Eso sí, volviéndola a ver despierto, confirmo que es un peliculón. La dirección y escritura de Glazer es fantástica, todas las actuaciones son geniales (increíble el contraste de Sandra Huller entre su rol de Anatomía de una Caída y éste), la mezcla sonora/edición de sonido al igual que la banda sonora de Mica Levi es espeluznante y cómo usa el fuera de campo sin caer en lo explícito de los horrorres y que la familia siga cómo si nada es terrorífico. No le pongo un 10 porque si se me volvió un toque densa y hay que verla con paciencia, pero es para cine, definitviamente.

Excelente.Hay peliculas que shockean desde lo visual,desde el silencio,desde la percepcion e intuicion.Esta es una de ellas.Me parecio aterradora como si yo fuese un vecino,como si estuviera alli a metros de esa flia lindera al campo de concentracion.La escena de la nena que deja manzanas a oscuras donde trabajan los prisioneros es terrible o cuando el comandante encuentra una quijada y les grita a las hijas que salgan del agua o cuando la madre de la protagonista escucha los disparos y gritos de niños y al otro dia su cama esta vacia y el humo negro como simbolo tambien es asfixiante.Y asi y todo la mujer queria vivir alli,tremendo.El final es apabullante y devastador tambien.Un 10,veanla.

La obra d Glazer presenta un trabajo de sonoridad y fuera de campo que trasciende por sobre la narrativa, corriéndose así de lo clásico para brindar un plano general (real y metafórico) de un paraíso tenebroso. El día a día de la familia, mostrado como una experiencia cuasi monárquica, se funde con los gritos de los prisioneros y los disparos ensordecedores de las Luger. La inteligencia de la película va en cómo Glazer construye el terror a partir de lo que no vemos, y cómo ese fuera de campo es algo totalmente rutinario en la vida de los personajes.