Joy Ride es una producción del actor Seth Rogen que remite inevitablemente al estilo de comedia que presentó en su momento ¿Qué pasó ayer?

La diferencia es que en este caso el reparto es femenino y la historia se enfoca en la representación de la comunidad asiática en los Estados Unidos.

Rogen delegó la dirección del proyecto en Adele Lim, guionista del film de animación de Disney,  Raya y el último dragón, quien debutó como realizadora con esta ópera prima.

El disfrute de Joy Ride depende del grado de conexión que tengas con el humor que trabaja.

Si te gusta la comedia zarpada centrada en la vulgaridad, la escatología y los chistes de drogones en ese caso la vas a pasar bien porque abunda en la trama el contenido de ese tipo.

El argumento maneja la clase de enredos humorísticos que suele estar presente en los proyectos de Rogen, con la diferencia que acá es ejecutado a través de un reparto de actrices que tiene muy buena química entre sí.

En mi caso que no me engancha demasiado este subgénero específico tuve que remar su visionado pero entiendo que hay un montón de gente que puede pasarla bárbaro con esto.

Lo que le valoro a Joy Ride es que si bien toma como referencia  la popular película con Bradley Cooper el argumento tiene más contenido y desarrolla con efectividad el arco argumental de sus personajes.

De hecho, hacia el final la historia de amistad entre las protagonistas adquiere un tono emocional que no es habitual de encontrar en esta clase de filmes y eso le aporta su propia identidad.

Reitero, si te gusta este tipo de comedia es una opción entretenida que vas a querer explorar.