La definiría como una cinta histórica de acción. Si bien cuenta una historia real y la reconstrucción de la época está muy bien lograda, es muy moderna en cómo presenta los enfrentamientos entre los personajes. Aunque las actuaciones son correctas, creo que los personajes resultan muy distantes y eso hace la película olvidable, porque no llega a conmoverte, ni te abre la cabeza con un punto de vista original sobre la sociedad. El único personaje que realmente captó mi atención es el de Fabrice Luchini, quien interpreta al astuto político cuya fidelidad es al poder y no a gobierno alguno.

¿Hace mucho que no veían una peli con Cassel? Confieso que sí y ni bien ví la crítica en La Nación enfilé para verla. Im-pre-sio-nan-te! Era realmente lo que sucedía en aquella convulsionada Francia del s xix, un mar de sangre y no por la guerra sino en la sociedad que la vida no valía nada. No es ni Tarantino ni Kurosawa pero salpica por todos lados. A tal punto que solo un atisbo para la sonrisa por el tema de las botas en los últimos 2 minutos. Genial la ambientación y un descomunal Cassel!