Una muy grata sorpresa, que se sostiene gracias al trabajo del protagonista, que pasa por todos los estados de ánimo en muy poco tiempo, pero además logra componer un personaje complejo que se va revelando a medida que la historia transcurre. Es de esas películas que podría ser una obra de teatro, porque no tiene una propuesta visual original que la sostenga. Todo el peso está en la labor de los actores y la historia que van narrando a través de sus conversaciones. En este caso, la forma cómo se desarrollan las conversaciones telefónicas logran construir una historia que escapa de lo predecible. Tienes que ver toda la película para entender cuál es la verdad y eso genera una gran tensión.

A pesar de mi nota no creo que sea una mala película, pero personalmente me parece olvidable. La historia se mantiene por la buena dirección y el excelente trabajo del actor principal, porque el escenario es siempre el mismo y no hay acciòn alguna.

La típica pregunta: se puede mantener el interés casi con un sólo personaje y llamadas telefónicas durante 80 minutos sin aburrir? Buried con Ryan Reynolds se la bancaba bien. Esta peli es aún mejor, el in crescendo que logra el director es genial, la trama se va complicando con el paso de los minutos y te pone de los pelos. Cada llamada cambia algo de la trama y el actor principal un capo como lleva la peli sobre sus hombros. Hay mucho para spoilear por lo que no conviene decir mucho, pero es muy recomendable para el que disfruta estas propuestas minimalistas.