El director elige una perspectiva ‘desde adentro’ de la cabeza de los delincuentes. Fanego tiene una hija, casada con Alberto Ajaka, que secunda al suegro en sus crímenes, y un hijo –Luciano Cáceres– que quiere salirse de la banda y trabaja de vigilador privado. Son todos la misma menesunda: policías, ladrones y el vigilador; pero al meternos en sus miradas y afectos el director nos hace tomar parte, hasta llegamos a amar a alguno y queremos que zafe. El bello Luciano quiere ser decente, la gran diferencia es que como vigilador ganará en toda la furia veinte lucas y con un buen golpe se pueden rapiñar doscientos mil verdes. La taba casi nunca cae del lado de la decencia.

Buena.Entretenida.Caceres en el papel de vigilador esta bien lastima en el final su personaje da un giro que no me crei mucho y termina de la peor manera.Fanego excelente.El que mal anda...El que hace del comisario Molina tambien(cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia)es un actor conocido que siempre hace de villano y muy bien.El que hace del cuñado un actor no tan conocido como la chica que era vecina del vigilador tambien me gustaron.Una pelicula chica que cumple y da gusto ver en la pantalla grande.La actriz que hace de la peluquera tambien me gusto asi que la recomiendo y encima en el Gaumont esta 30(treinta) pesos que mas pedir.Un 6.