Es una película muy disfrutable, así no conozcas la figura que inspiró esta historia o no te interese el mundo de la lucha libre. La película refleja bien ese mundo, pero no se engolosina con él, por eso no descuida otros aspectos, como narrar adecuadamente los conflictos familiares y de clase que vive la protagonista. Está muy bien actuada, pero también brinda un muy buen balance entre el drama y la comedia. En fin, creo que es de esas películas cuyo mayor logro está en el casting. Florence Pugh y Jack Lowden, los hermanos de la historia, no sólo tienen muy buena química, sino que pasan convincentemente por un montón de emociones y logran transmitírselas a los espectadores.

Luchando con mi familia es un proyecto interesante por varios razones, cuenta la historia de Paige, figura de la WWE, y todo el sacrificio que le significó llegar al estrellato. Nos muestra la trastienda de la lucha libre y el camino al ascenso pero ademas hay otro aspecto que no se puede pasar por alto, Paige logró llegar a la cima pero su hermano no, y ahí es cuando surge un mensaje muy valioso y poco habitual. Seguí tu sueño y mayor aspiración pero si no lo logras, valora las cosas que sí te dio la vida. Stephen Merchant equilibra muy bien la comedia con el drama y el trabajo de todo el elenco es digno de elogios, en especial la ascendente Florence Pugh que la rompe.

Me encantó más de lo que esperaba. Dinámica, muy efectiva y sensibilera aunque no cae en golpes bajos. Nunca pierde su dinamismo ni se torna aburrida. Actoralmente si bien Nick Frost, Lena Headey y Vince Vaughn hacen un estupendo trabajo creo que la que se lleva todos los aplausos es Florence Pugh, gracias a ella la película puede levantar en momentos que parece que se va a estancar pero nunca llega a hacerlo. En fin, es la sorpresa del año y recién estamos en Abril. Ultra recomendada