Afirmo con toda seguridad que Intensamente se ha convertido en la mejor saga de Pixar luego de Toy Story.

La vara estaba altísima luego de la gran e ingeniosa película de 2015, que nos presentó los distintos aspectos de una conciencia humana, focalizándose en una niña como protagonista.

Una historia bien redonda, inteligente y por, sobre todo, llena de corazón.

Fue una película debatida durante semanas luego de su estreno y amada por todo el público.

La secuela se hizo esperar dado a que no había un plan original de hacer una continuación. Y todo este tiempo la benefició porque los personajes “crecieron” dentro de nosotros.

Y el paso lógico a seguir en cuanto a la historia era aquel que ya nos habían adelantado en el cortometraje “La primera cita de Riley”.

Ahora nos encontramos con el paso de la protagonista a la pubertad con sus 13 años y su mente se amplía con cuatro nuevos personajes: Ansiedad, Envidia, Ennui y Vergüenza.

Todos maravillosos, pero con un claro y marcado posicionamiento de Ansiedad. Y es lógico que así sea dado los tiempos que estamos viviendo y como se ha puesto en boga este tema en las personas adultas y adolescentes.

De hecho, la escena del “ataque de ansiedad” es una de las secuencias más maravillosas e ingeniosas que he visto para explicar y poner de manifiesto lo que sufre y padece una persona cuando le ocurre eso.

Aplausos de pie a los guionistas y el equipo creativo que dieron vida a estos sentimientos tan reales y que lograron hacer corpóreos.

Lloré varias veces y me reí por partes iguales.

La vi en una sala con niños y ellos también la disfrutaron, obviamente de otra manera y riéndose del humor físico que también brinda la cinta.

Y ante la pregunta obligada de cuál es mejor, en mi caso respondo que la primera por su originalidad y romper el molde. Pero esta secuela le pisa los talones.

Ojalá haya más con este nivel de excelencia y que cada X cantidad de años nos encontremos Riley en diferentes momentos de su vida.

En definitiva, una obra maravillosa que nos regala Pixar, otra vez.