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Ad Astra es prácticamente una especie en extinción dentro de las producciones de Hollywood de la actualidad y resulta toda una hazaña que Brad Pitt consiguiera como productor el presupuesto para financiarla.
Hoy es muy difícil que un estudio invierta millones de dólares en una propuesta que representa la cara opuesta del cine mainstream norteamericano.
La nueva obra del director James Gray (Los dueños de la noche) evoca ese estilo de ciencia ficción más intelectual y reflexiva que era común de ver entre fines de los años ´60 y mediados de los ´70.
Toda la narración y el modo en que se aborda el género toma muchos elementos del espíritu de cine de autor que se hacía en aquellas décadas.
Es importante destacar esta cuestión, ya que da un indicio claro del rumbo por el que se encaminó esta película.
Quienes busquen una historia ligera centrada en la pirotecnia digital pueden llegar a salir decepcionados del cine porque esto va por otro lado.
Si bien hay todo un misterio relacionado con una misión espacial secreta, el eje central del relato pasa por la búsqueda existencial y espiritual del protagonista.
Un hombre quebrado, por determinadas circunstancias que conocerán en el film, quien vive en un estado de aislamiento social pese a estar rodeado permanentemente de personas.
A través de la misión especial que le encargan, el astronauta que interpreta Brad Pitt inicia una búsqueda introspectiva con el fin de poder conectarse con su verdadera identidad y encontrar su lugar en el mundo.
Durante el desarrollo de la trama hay un par de secuencias de acción muy buenas, que parecen insertadas por el estudio por temor a que el público se aburriera, pero el foco central está puesto en la experiencia íntima del protagonista.
El director Gray evoca en varios momentos ese registro emocional e intelectual que tuvo el clásico Solaris (1972) de Andrei Tarkovsky y se puede percibir también alguna que otra referencia a títulos de Stanley Kubrick (2001: Odisea en el espacio) y Francis Ford Coppola (Apocalipsis Now).
La inspiración de esta película claramente proviene del denominado Nuevo Hollywood de los años ´70.
Ad Astra tiene varias cuestiones interesantes para destacar.
Toda la puesta en escena del viaje espacial y el contexto futurista es alucinante y fue concebido para ser disfrutado en una pantalla de cine.
Un mérito donde tuvo mucho que ver el director de fotografía Hoyte van Hoytema, clásico colaborador de Christopher Nolan a quien le sienta muy bien este género. En este campo su labor ya había sobresalido en Interestellar.
También se destaca la banda sonora minimalista de Max Richter que se complementa muy bien con esa solemnidad que tiene el relato.
Gray juega con la fusión de géneros y sorprende con una fantástica secuencia de persecución en la luna, con tintes de western, que aparece en el momento justo para levantar un poco la narración pausada de su dirección.
Dentro del reparto Brad Pitt se carga la película en sus hombros y sobresale con una interpretación muy contenida donde saca adelante un personaje complicado.
Al hecho que no cuenta con demasiados diálogos se suma el carácter gélido de su personaje con el que no es fácil conectarse.
Frente a esas limitaciones Pitt consigue brindar una labor dramática estupenda que se contrapone con ese rol más colorido que tuvo en Había una vez en Hollywood.
En papeles secundarios el director Gray aprovecha muy bien en participaciones breves a Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y Liv Tyler quienes dejan una buena impresión pese a tener pocas escenas.
Dentro del escenario futurista que presenta la trama hay una visión muy interesante sobre lo que podría llegar a ser una futura colonización de la Luna centrada en el capitalismo y por momentos el universo de ficción que rodea al protagonista es mucho más atractivo que su búsqueda espiritual.
De todos modos, creo que si uno tiene claro que esto tiene poco que ver con el clásico blockbuster pochoclero Ad Astra es una película que tiene unas cuantas virtudes para ser apreciadas.
Si hubiera que resaltar alguna objeción creo que la ejecución del clímax se siente muy acelerada y ese destino final al que llega la trama no termina de estar a la altura de la intriga que se había presentado. Al menos en mi caso esperaba un poco más de esa resolución final.
Motivo por el cual el film cual me gustó y lo disfruté, pero no me volvió loco como para considerarlo entre mis favoritos del año.
En resumen, para los amantes de la ciencia ficción es una película a tener en cuenta, ya que no representa a la producción habitual de la industria hollywoodense.