Nota de Matias Lértora

Tercera entrega de “directores para tener en cuenta”, donde repasamos la filmografía de realizadores que no son tan populares.

A tan solo un par de días de comenzar a rodar, y con todo el elenco y técnicos en locación en Belfast (Irlanda), se postpuso de manera indefinida el rodaje de The Northman como consecuencia de todo lo que está atravesando el mundo en relación al COVID-19.

El film épico de vikingos ambientado en el Siglo X es protagonizado Alexander Skarsgård, Nicole Kidman, Bill Skarsgård, Willem Dafoe, y Anya Taylor-Joy, y es la apuesta más grande de Robert Eggers a la fecha.

Tal es el desafío que le implica que tuvo que cambiar de modalidad de trabajo y en lugar de hacer todo solo, sumó a colaboradores para diseñar las locaciones y ambientar los sets.

Algo más que común en la industria del cine, pero ajeno hasta el momento para el joven realizador ya que en sus dos films previos pudo encargarse él mismo por la simpleza.

Sucede que Eggers tiene un gran pasado como decorador y puesta en marcha de sets, (Director de Arte para el escalafón argentino y Production Designer para el norteamericano).

Nacido en 1983 y criado en New Hampshire (USA), se formó en New York, primero como actor y luego como realizador.

Trabajó en varias producciones, siendo la mayoría cortometrajes de terror y en algunos episodios de programas de TV.

En 2014 consiguió fondos (acotados) para poder filmar su ópera prima, y con mucha pericia se construyeron sets y vestuarios.

Pero la magia de The Witch (2015) sucede en la puesta y fotografía. Toda la iluminación del film es natural o con velas. No hay ninguna luz artificial. Una verdadera (y dificultosa) proeza.

Amén de eso, la película logra inquietar y asustar.

De tan buena acogida y críticas que recibió ese año en el Festival Sundance, pudo obtener un estreno en Estados Unidos y luego internacional.

El nombre Eggers comenzó a sonar fuerte y en lugar de rodar una película grande de Estudio, decidió redoblar la apuesta.

En 2019 estrenó The Lighthouse, una obra suprema de terror psicológico filmada en blanco y negro con formato 1.19:1.

Una película que transmite claustrofobia, locura y ansiedad.

Dos cuidadores de un faro en un islote remoto en el Siglo XIX llegan a los límites de la cordura cuando no son reemplazados en el debido tiempo y las semanas empiezan a correr. El duelo actoral de Robert Pattinson y Willem Dafoe es impresionante. Te pasean por todas las sensaciones posibles.

Con nominaciones a casi todos los premios, pero ignorada por la Academia salvo por “Mejor Fotografía”, el film fue uno de los más comentados y celebrados en el circuito cinéfilo el año pasado. E

ggers estuvo metido desde el principio en toda la construcción de ese mundo, sobre todo en el faro. “Soy muy meticuloso, todo me lleva tiempo. No soy rápido”, contó en una entrevista.

Ahora se enfrenta por primera vez a un ambiente que le resulta poco familiar: muchas locaciones y mucho despliegue.

En consecuencia, todos estamos esperando el film que se describe como “un relato sombrío sobre un príncipe nórdico que busca venganza por el asesinato de su padre”, al igual que todo lo que depare la filmografía de este director.

Matías Lértora