Aunque no fue una película que demandara una continuación El contador de Gavin O´Connor (Warrior) quedó en el recuerdo por presentar dos elementos inusuales dentro del género de acción.

El personaje que encarnaba Ben Affleck pertenecía al espectro autista y las originales secuencias de pelea retrataban el arte marcial del Silat que no tenía antecedentes en  Hollywood.

Un estilo de combate muy dinámico y atractivo que cobró popularidad en el cine gracias a los excelentes trabajos de Gareth Evans en The Raid y Merentau.

Cabe recordar que el Silat nos regaló la mejor secuencia de peleas de cuchillos de la historia del cine que tuvo lugar en The Raid 2.

El gran duelo dentro de una cocina que hoy se convirtió en un lugar común en la era John Wick y se intenta copiar sin los mismos resultados.

Para bien o para mal, en esta continuación de El contador el director propone una película diferente si bien mantiene algunas de las características de la entrega previa.

La principal novedad es que en este proyecto O´Connor optó por expandir el rol de Jon Bernthal y por consiguiente el film se convirtió en una buddy movie centrada en las personalidades opuestas de una peculiar pareja de hermanos.

La química entre ellos es excelente a tal punto que algunos de los mejores momentos de la historia no se relacionan con la acción sino con las charlas entre los personajes que son muy divertidas.

Esta entrega tiene más comedia y por momentos Bernhtal termina por opacar a Affleck, quien fue la estrella del film original.

Un actor muy subestimado que por alguna razón en Hollywood no termina de encontrar  una saga o papel que le permita explotar su talento en la pantalla grande.

Siempre suele ser marginado en roles secundarios y en esta producción Gavin O´Connor vuelve a demostrar que Bernthal está para cosas más grandes.

En una entrevista el realizador describió a esta continuación como “Rain Man con esteroides” y el espectáculo que ofrece juega con esa premisa que luego se convierte en una debilidad del film.

En la intención de desarrollar más el vínculo de los hermanos la trama se queda demasiado corta en materia de acción y las escenas que se ofrecen no son memorables.

En este aspecto técnico la primera entrega fue una obra más inspirada.

Pese a todo, El contador 2 no decepciona en materia de entretenimiento y se disfruta por la química de los protagonistas.

Hace casi una década, El contador brindo una propuesta diferente en materia thriller de acción. Gavin O’Connor nos brindó una cinta interesante no por las "secuencias de tiros, peleas y muertes" sino por lo innovador en sus personajes.

Ben Affleck muy bien parado interpretando a este sujeto dentro del espectro, que es un genio por un lado, pero con problemas sociales por el otro, para luego sorprender con tremendas habilidades de combate.

En contraposición con el personaje de Jon Bernthal, su hermano. Alguien de las mismas habilidades, pero con estándares comunes de sociabilidad.

Ambos lograron una gran química en su dupla.

Aquí se acentúa esa relación e incluso se llega a muy buenas situaciones de humor al estilo buddy movie, pero sin ser buscadas de esa manera.

La antagonista está muy bien y sus motivaciones tienen matices. No es blanco y negro. Bueno o malo.

Asimismo, se siente mucho la brevedad del personaje de JK Simmons.

El film es muy entretenido y se pasa volando. Da bronca que se termine y aún más bronca que tal vez haya que esperar otra década para ver la tercera parte.