Criaturas: Línea de extinción (estuvieron inspirados los traductores de títulos) ofrece un digno exponente del cine de monstruos hollywoodense cuyo contenido resulta elevado por las interpretaciones de Anthony Mackie y Morena Baccarin.

Se trata de una producción independiente que no tuvo difusión y tenía la ambición de iniciar una nueva franquicia del estilo A Quiet Place.

Salvo que el proyecto sea financiado por alguna plataforma de streaming es poco probable que veamos una continuación debido a su pobre performance en los Estados Unidos, donde no pudo recuperar el presupuesto de 18 millones de dólares.

La dirección corrió por cuenta de George Nolfi, quien hace unos años brindó la propuesta de artes marciales, Birth of the Dragon, centrada en un episodio de la vida de Bruce Lee.

En este proyecto presenta una labor correcta dentro de una producción bien pochoclera que cuenta con una premisa argumental sencilla.

En un mundo post-apocalíptico la población humana sobrevive al acecho de unos monstruos en locaciones ubicadas en las grandes alturas.

Mackie interpreta a un padre soltero que debe adentrarse en el territorio ocupado por los bichos para salvar a un niño.

Con una marcada impronta de cine de género clase B la película consigue ser entretenida gracias a la labor de los protagonistas y la dirección de Nolfi que se destaca principalmente en las secuencias de acción y el modo en que sostiene el relato a través del suspenso.

Hay un par de escenas donde el CGI quedó un poco desprolijo pero en general la puesta en escena es competente y aprovecha con efectividad los recursos limitados del presupuesto.

Aunque el conflicto principal cuenta con una resolución, al final, el director deja la puerta abierta para futuras entregas que no se llegarán a concretar.

De todos modos, si les atrae el género o el concepto argumental creo que es una opción para tener en cuenta.