Bailarina expande la franquicia John Wick con una película pasable que rescata del olvido al director Len Wiseman, recordado por su labor en la saga de vampiros Underworld, con Kate Beckinsale.

Una elección de los productores que generaba dudas ya que el resto de sus trabajos, como Duro de matar 4 y la remake de Total Recall, no sobresalieron por presentar secuencias memorables de acción.

Tras un primer acto insípido donde se narran los orígenes de la protagonista, que trae al recuerdo centenares de clones de Nikita, la narración se vuelve más dinámica y entretenida. 

Una vez que el personaje que interpreta Ana de Armas pasa a desenvolverse en el ambiente de los asesinos a sueldo del Hotel Continental comienza otra película y Wiseman presenta una labor decente que busca replicar el estilo de coreografías de peleas y tiroteos que implementó Chad Stahelski en la saga oficial.

Para los cinéfílos con el ojo entrenado en los detalles técnicos este film ofrece un juego adicional.

Durante el desarrollo del rodaje el director padeció un problema de salud y tuvo que ser internado en un hospital, por lo cual Stahelski se hizo cargo de la realización y añadió algunas secuencias de acción.

 Creo que los fans de la saga Wick van a poder identificar con facilidad los reshoots por la edición y creatividad que presentan los combates de la heroína.

Si bien el trabajo de Wiseman es correcto los mejores momentos de esta producción tienen la firma de Stahelski.

Dentro del reparto Ana de Armas, a cargo de un rol físico extenuante, le aporta mucha personalidad a la asesina Eve Macarro, quien al ser una principiante resulta menos infalible que los psicópatas habituales que encontramos a menudo en estas historias.

A lo largo de la trama tiene interacciones interesantes con las figuras conocidas de la saga como Anjelica Huston, Ian McShane (Winton) y Lance Reddick (Charon) en su último trabajo para el cine.

Keanu Reeves cuenta con una breve participación como Wick que está muy bien trabajada ya que la intervención del personaje es funcional a la historia y evita opacar a la protagonista.

En resumen, Bailarina puede carecer del refinamiento técnico de las películas originales de Stahelski, pero compensa con su entretenimiento.

Que fiesta hermosa que es el Universo de John Wick. Todas y cada una de sus películas y ahora su spin-off Bailarina.

Ojo, también la serie de TV “The Continental” es buena.

Este estreno nos presenta la historia de origen del personaje interpretado por Ana De Armas que vimos por primera vez en la tercera parte de la saga. Y la película se sitúa entre John Wick: Chapter 3 Parabellum (2019) y John Wick: Chapter 4 (2023).

El primer acto es un poco lento y le cuesta encontrar un ritmo adecuado. Además, la comparación con Wick es inevitable y ahí sale perdiendo.

Pero luego la cinta toma un ritmo frenético y termina en una nota muy alta.

Len Wiseman hace un gran trabajo, tomó nota de todo lo que diseñó Chad Stahelski, pero mantiene cierta impronta aunque en todo momento la atmósfera de sea Wick.

Y está bien que así sea. Por los personajes históricos, por los modismos e incluso la colorimetría utilizada.

Ana de Armas está muy bien. Es muy difícil el rol de heroína de acción y ella lo hace a la perfección.

El villano encarnado por Gabriel Byrne es correcto, pero acartonado. Lo mismo que el rol de Norman Reedus.

El resto del cast está muy bien. Y, por supuesto, la jerarquía que da Keanu Reeves al aparecer.

En definitiva, Bailarina es una gran película de acción. Con potencias propio dentro de esta gran franquicia que sigue creciendo.