Monkey Man es un proyecto personal del actor Dev Patel donde se desempeñó como director, guionista, además de encarnar el rol principal que demandaba un enorme esfuerzo físico.

El rodaje, cuya historia amerita un documental, estuvo plagado de eventos desafortunados que convirtieron a la producción en un auténtico infierno.

Patel se quebró una mano y contrajo una infección en un ojo durante la filmación, un miembro del equipo técnico falleció a raíz de un ataque cardíaco, la irrupción de la pandemia le impidió trasladarse a las locaciones escogidas, los productores asociados terminaron en la quiebra y le recortaron los recursos disponibles y varios colaboradores abandonaron la película debido a las continuas postergaciones.

Ante la desesperación de quedarse sin coordinador de dobles de riesgo el artista tuvo que reclutar a través de Youtube al primer especialista que estuviera dispuesto a ayudarlo.

Brahim Chab, quien se había desempeñado como colaborador de Martin Campbell en The Foreigner se incorporó a último momento para completar el film.

Los contratiempos continuaron.

Tras vender el film a Netflix por 30 millones de dólares la plataforma de streaming luego decidió postergar de manera indefinida el lanzamiento ya que consideraba un riesgo complicado el estreno en algunas regiones debido a su contenido.

El director Jordan Peele movió sus influencias en Hollywood y consiguió que el estudio Universal comprara la película para su exhibición en los cines.

Monkey Man ofrece un clon de John Wick con la particularidad que su director hace un esfuerzo por elevar los contenidos del argumento dentro del relato clásico de venganza.

Mientras otras imitaciones se limitan a copiar el estilo de acción de Chad Stahelski Patel elabora un relato que cuenta con una mayor profundidad dramática y hasta se da el lujo de mechar un comentario social que aborda la violencia de género, la brutalidad policial y el sistema de castas de la India.

El personaje principal tampoco es retratado como un androide indestructible que mata gente con facilidad como si fuera parte de un video juego y llega a ser explorado desde una perspectiva más emocional.

Por otra parte, al ambientar el film en la India el director consigue generar un mayor interés por el conflicto con todos los elementos culturales que le añade a la historia.

Las debilidades de esta propuesta se relacionan con cuestiones técnicas que responden a los inconvenientes que tuvo el director durante el rodaje.

Hay secuencias de acción que están muy bien coreografiadas y quedaron impecables y otras que son una picana a los ojos donde no se entiende nada lo que sucede frente a la pantalla.

El contenido de acción es bastante irregular e inclusive hay una escena que Patel la filmó con su teléfono celular.

En determinados pasajes la narración se desmadra un poco con el melodrama que extiende el relato más de los necesario.

Cuestiones que Dev puede corregir con facilidad en próximos proyectos que se desarrollen con menos adversidades.

Monkey Man no escapa a la influencia de John Wick  pero al menos consigue ofrecer un espectáculo que tiene su propia identidad.

Será interesante descubrir por dónde se encamina la carrera de este artista en su nueva etapa como realizador.

Me da alegría que Monkey man sea la ópera prima de Dev Patel, alguien que ha demostrado ser un gran actor y que ahora demuestra que tiene todo lo necesario para sentarse en la gran silla. Encima muy bien filmada y con conceptos interesantes.

Cuando llegó a la fama gracias al éxito de la ganadora del Oscar Slumdog millionarie (2008) muchos dijeron que “pronto se le acabarían sus 15 minutos”. Qué errados por favor.

Patel aquí logra conjugar su propia cultura con una fórmula al estilo John Wick donde encima protagoniza de una manera muy física.

Hay mucha violencia y crudeza. Obvio que también inverosimilitud, pero algo así se celebra en este tipo de propuestas.

Lo único que tengo para criticar es el ritmo del segundo acto en contraposición con la fluidez del primero y tercero. Fuera de eso, todo brilla en este film.

Una película de acción con más contenido de lo que suele presentar el género. Sin dudas hay que verla.