Con un reparto de jóvenes actores conocidos por sus trabajos en televisión, el film trata historias de amor protagonizadas por chicos a los que no les interesa ni la economía, ni la política, sino sólo lo urgente, especialmente el amor. Así es como, en medio de un contexto que asemeja la realidad de nuestros días, los protagonistas intentan concretar sus sueños.
En este contexto se relata la historia de cuatro jóvenes que en las encuestas siempre están en el ítem No sabe/No Contesta. Y es también la historia de Joaquín (Mariano Martínez), enamorado de Laura (Karina Dali), que estudia y trabaja en un maxikiosko; y la de Marcos (Facundo Espinosa), que tiene una novia embarazada de otro (Cecilia Trejo) a la que va a buscar a Córdoba.
Pero tampoco quedan al margen las vivencias de David (Daniel Hendler), hijo de un rabino, pero ateo hasta la médula; y las de Damián (Santiago Pedrero), que trabaja en el videoclub del padre y cuya novia le gusta a David.
En medio de este complicado panorama de relaciones, el film es además la historia de cómo pasa Joaquín un fin de semana largo en el que le presta su auto a Marcos, consigue una cita con Laura, llega a su casa y encuentra a su padre (Enrique Liporace) sacando todas las cosas de valor para llevar a la casa de su abuelo (Marcos Zucker) antes que llegue un esperado embargo.
Esta es en verdad, la historia de una anécdota y su simple reconstrucción en la memoria de Joaquín, contada en cuatro capítulos y con un epílogo sin moraleja.