Ted Brooks, un dentista de la soleada y siempre divertida Miami, se entera un buen día que figura como heredero en el testamento de su madre natural. Soñando con una sustanciosa herencia no duda en dirigirse a las heladas tierras de Alaska para reclamar sus derechos. Pero, en cierta forma, las cosas no resultan como él las planeaba.
Así es como, una vez que llega a Alaska, sus sueños se convierten en humo: la sustanciosa herencia consiste nada menos que en un revoltoso grupo de perros de trineo: Diesel, Scooper, Nana, Yodel, Sniff, Mack, Duchess y Demon, los cuales no hacen más que crearle problemas.
Para empeorar las cosas, de golpe aparece un personaje de nombre Jack, un rudo montañés que, a su vez, es el fanfarrón más conocido de la ciudad. Jack quiere quedarse con los perros y busca la manera de hacer que Ted se marche a climas más cálidos.
Pero poco a poco, Ted se va encariñando con los animales, y decide aprender a manejar un trineo de nieve cueste lo que cueste, para así poder participar en una carrera local que le permita ganar el premio que esperaba.