Kandisha representa la abonada semanal de invocaciones demoníacas con la particularidad que fue realizada por una dupla decente de directores.

Alexandre Bustillo y Julian Maury trascendieron a comienzos del siglo 21 entre esa camada de artistas europeos que conformaron la Nueva ola de terror francés, cuyas producciones impactaron al público por la representación de la violencia extrema y el gore que revivieron el viejo cine de explotación de los años ´70.

Su ópera prima Inside les otorgó notoriedad internacional y quedó en el recuerdo entre los títulos más impactantes que surgieron en ese período.

En el 2017 debutaron en Hollywood con la decepciónate historia de origen de Leatherface que enseguida quedó en el olvido y tras el fiasco comercial regresaron a Europa para desarrollar este proyecto.

La trama trabaja la clásica historia de adolescentes tontos que atraen entidades sobrenaturales con consecuencias trágicas.

Aunque la premisa es familiar un aspecto interesante de este film reside en que su contenido se centra en la leyenda folclórica de la Kandisha, una figura popular de la mitología marroquí que no contaba con antecedentes dentro del género.

El personaje es muy interesante por su naturaleza vengadora y en este caso contribuye a levantar un poco los clichés asociados a los relatos de estas características.

Obviamente al tratarse de una obra de Bustillo y Maury el contenido gore está presente si bien no llega al extremo de sus primeras obras, debido a que la propuesta se dirige a un público juvenil.

Queda la decepción que los directores se enfocaran más en el CGI que los efectos prácticos a la hora de trabajar las secuencias más impactantes pero si la comparamos con los bodrios de La monja 2 y la horrenda Exorcista: Creyentes la película francesa sale mejor parada.

Al menos hace el esfuerzo de trabajar contenidos de terror que brillaron por su ausencia en los títulos hollywoodenses citados.