Asteroid City encuentra al artista Wes Anderson en su faceta creativa más perezosa y probablemente será apreciada con entusiasmo por los seguidores acérrimos del director y estudiantes de cine que buscan desempeñarse como operadores  de cámara.

Como ocurre con todos sus trabajos en lo referido a la puesta en escena y los aspectos más técnicos la película es intachable y contiene todas esas virtudes estéticas que le aportan una identidad de autor muy especial a las propuestas del cineasta.

 El tema es que en el último tiempo las formas del relato que se presentan terminaron por opacar al contenido argumental y en esta cuestión es donde se debilita su nueva obra.

Por consiguiente, el extraordinario diseño de producción, la fotografía, el reparto coral con numerosas celebridades y el tratamiento del humor que manejan Wes y Roman Coppola están presentes pero integran un relato insustancial que no resiste más de un visionado.

Algo que no ocurría con películas tremendas que hizo en el pasado como Los excéntricos Tenenbaum, Moonnrise Kingdom, el Hotel Budapest, Isla de perros y muy especialmente Vida Acuática.

En Asteroid City la trama explora los Estados Unidos de postguerra con numerosas referencias a la cultura popular  de los años ´50 que son divertidas de identificar pero ahí se termina el atractivo.

El argumento tiene un contenido superficial donde no hace nada interesante con las temáticas que aborda.

Hay un exceso de personajes entre los cuales ninguno llega a tener un mínimo desarrollo y más allá de algún momento gracioso el relato deja sabor a poco.

Motivo por el cual la película se siente un gran déjà vu del director con la particularidad que la puesta en escena del relato se fagocita al contenido.

Obviamente en estas cuestiones también entra en juego la experiencia de cada espectador con la obra.

En mi caso Anderson me terminó por cansar y lo que antes encontraba creativo e interesante hoy lo siento redundante.

Esta película tiene sus momentos divertidos y se aprecia ese amor que manifiesta por los viejos cortos de los Looney Toons pero me quedó la sensación que ya vi espectáculos similares dentro de su filmografía.

Hasta la música de Alexandre Desplat la encontré olvidable y dudo que se destaque entre las mejores labores de su carrera.

La cáscara es muy bonita y tiene su encanto sin embargo no hay mucho más para resaltar y salvo por Jason Schwartzman, el resto del reparto y sus personajes no aportan demasiado.

La sensación que me dejó esta película es que Anderson necesita un proyecto como fue Big Eyes para Tim Burton que le permita ejercitar otros músculos cinematográficos.

No obstante, también es posible que no le interese hacer cosas diferentes y sea feliz con su universo loco donde elabora esta clase de cuentos que ya empezaron a resultar un poco pretenciosos.

De todos modos al fandom hardcore de Anderson no le importan estas cuestiones y si integrás ese club probablemente encuentres en este estreno una de tus películas favoritas del año.

Esta crítica directamente tendría que -únicamente- decir "Wes Anderson" y que con eso baste y sobre para explicar y apreciar la obra en cuestión.

Pues Asteroid City es una prueba más de la extensión del arte del director. Lo podés amar o lo podés odiar, pero película a película sigue afianzando su sello, su estilo (y sus vicios).

Acá nos presenta la más teatral de sus cintas. A tal punto que lo llevó a una literalidad de casi teatro filmado en donde se adopta el formato y se rompe la cuarta pared a través de un narrador.

Así es como nos metemos en ese setting tan particular y vamos conociendo al brillante elenco. Muy coral, obvio.

Al estilo que Anderson nos tiene acostumbrados en lo actoral. Donde cada uno tiene su momento.

Todos en un mismo tono, con un código muy particular habitando ese lugar tan familiar de la iconografía norteamericana pero que al mismo tiempo no existe y que aquí se encuentra exagerado.

Me reí varias veces y otras tantas me quedé pensando en lo ingeniosa que había sido tal secuencia.

Aún así, creo que es el film de Wes Anderson que menos disfruté en los últimos tiempos.

No posee el magnetismo de sus últimas obras tales como The French Dispatch (2021) o Isla de perros (2018).

Creo que es una anotación inferior en su gran filmografía pese a buenas ideas y ejecuciones.

En definitiva, Asteroid City es una película que será muy disfrutada por los fans acérrimos del director y que encontrará cierto rechazo por parte de la cinefilia. ¿El público ocasional? Se definirá en los primeros 20 minutos si entran o no en el código que propone.