Tras el desastre de Flash el estudio Warner le soltó la mano al pobre Blue Beetle cuya película llegó a los cines con una campaña publicitaria marginal.

Más allá de recordar la fecha del estreno en un póster es como que no le pusieron mucha onda. 

El director puertorriqueño Ángel Manuel Soto abordó este proyecto con una visión artística muy clara y definida destinada a brindar la película de superhéroes más genérica de los últimos 20 años.

Felicitaciones al señor Soto por alcanzar el objetivo con creces.

Un realizador que proviene del circuito independiente y llamó la atención hace unos años con el drama Charm City Kings, producido por Will Smith.

En este trabajo por encargo relacionado con un género que no domina optó por la salida más fácil que fue copiar la fórmula del cine idiota de Marvel, con la intención de buscar la carcajada fácil  de la generación Tik Tok.

La particularidad del caso es que el humor gira en torno al retrato grotesco de lo que Hollywood entiende es la idiosincrasia latina, donde todas las familias podrían ser parte de la vecindad del Chavo.

El lugar común que se te ocurra lo encontrás en este film.

No faltan las canciones de Luis Miguel, las rancheras mexicanas, las telenovelas de Thalía, referencias a los personajes de Chespirito, los momentos Coco de alta sensibilidad  y la infaltable “abuelita” sabia, encarnada en esta ocasión por la actriz Adriana Barraza en el rol más bizarro y sobreactuado de su larga carrera.

¿Y la historia de Blue Beetle?

El director presenta una especie de adaptación libre donde no se le cae una idea y roba elementos del Spider Iron Boy de Tom Holland y Venom, que no son las referencias más felices.

La trama presenta una conexión con el personaje original, Tex Kord, a través de “La Jenny”, la hija latina del héroe que busca continuar su legado.

La nueva propuesta de la franquicia DC por momentos parece un unitario televisivo de TV Azteca que cada tanto se acuerda de jugar con la temática de superhéroes.

Pese a todo, Blue Beetle logra ser un poco más pasable que Flash gracias a la presencia de Xolo Maridueña (Cobra Kai), quien saca el espectáculo adelante con su carisma y la buena química que tiene con los personajes que integran el círculo familiar del protagonista.

En lo referido a los aspectos técnicos el film de Soto con un presupuesto menor le pasa al trapo al reciente mamarracho de Andy Muschietti con efectos especiales y secuencias de acción mucho más respetables.

En ese campo Blue Beetle es una producción correcta, sin embargo el tono de la trama se enfoca más en la comedia y la presentación del superhéroe resulta bastante insípida.

Durante el desarrollo del conflicto se da a entender que Superman, Batman y Flash ya existen en el mundo que habita el personaje de Xolo y el Bicho original fue parte de esa camada de héroes.

No obstante, me parece que la verdadera presentación del nuevo DC bajo el mando de James Gunn recién la vamos a ver con Superman: Legacy.

No la detesté a Blue Beetle como a Flash pero no deja de ser una producción que se olvida enseguida a la salida del cine.

Para quienes les interese verla les recuerdo que hay dos escenas post-créditos.

La primera está buena y abre la puerta para una futura continuación, mientras que la segunda es una estupidez al mejor estilo Marvel con la que no vale la pena perder el tiempo.

 Dato Loco: La actriz que encarna a la madre de Jaime Reyes es Elpidia Carrillo, la recordada sobreviviente de la entrega original de Depredador (1987).

Si sos lector desde hace un tiempo, bien sabrás que cuando se estrena una película de DC Comics hago una aclaración que suele decir que soy muy fan de esos personajes y que por lo tanto la crítica que leerás a continuación no será del todo parcial.

Mantengo dicha afirmación, pero estoy casi seguro de que aquí no juga mucho ese sentimiento ya que Jaime Reyes no está atado a un gran amor de mi parte dado a que no es un clásico y que es relativamente nuevo.

Blue Beetle es una película genérica de superhéroes y no hay que exigirle mucho más que eso. Aborda el origen de un personaje menor dentro de la mitología de DC y en ese sentido funciona muy bien.

Pasa que Jaime es importante en otro sentido, ya que es el primer superhéroe latino de la compañía y como tal es más que lógica esta película dada la coyuntura.

Por supuesto que esas raíces están muy marcadas en el film y son orgánicas. Pero más que nada hacia la idiosincrasia mexicana o cómo viven esos guetos en Estados Unidos.

Poco y nada tienen que ver con nuestras costumbres. Pero aún así, estamos ya un poco acostumbrados a consumir eso por otras películas y/o series.

Xolo Maridueña, muy querido por su personaje Miguel en la serie Cobra Kai de Netflix (gran secuela de la saga Karate Kid) la rompe como Jaime.

Casting perfecto y le imprime todo su carisma y corazón.

Digo corazón porque es lo que hay en todo el film. Se nota mucho eso.

El director Ángel Manuel Soto, quien viene de dirigir el documental de la banda Menudo para HBOMAX, no inventa nada e imita bastante lo que ya hemos visto varias veces, pero hace una buena puesta. Hay ciertos planos que tienen personalidad.

La película pasa muy rápido y entretiene.

Una historia redonda que puede -o no- ser parte del futuro del DCU, aunque James Gunn confirmó que Jaime es el primer personaje que conocemos de ese nuevo universo que arranca formalmente con Superman Legacy en 2025.

El resto del elenco está bien. Suman los nombres conocidos para dar legitimidad. Pero la verdad que Susan Sarandon no aporta nada.

En definitiva, Blue Beetle es una buena película de superhéroes, pero no más de eso. 

Es para pasar un buen rato como espectador ocasional y los fans disfrutarán un poco más.