Cuando empezás a ver Invasión sentís que algo te falta, qué te perdiste “cosas”. Por eso luego no te llama la atención cuando te enterás que se trata de una secuela.
Esto no quiere decir que el film sea inentendible porque dista de ello, sino que como espectador podrías contar con otras armas.
La película original se llama Prityazhenie que significa Atracción (en ruso) y se estrenó en 2017 batiendo varios records en su país.
El nombre de esta secuela es Vtorzheine, que en ruso quiere decir Invasión por lo cual la traducción es acertada, pero con la particularidad que internacionalmente el film es conocido como “Atracción 2”.
Esto es solo una anécdota para remarcar lo difícil que puede llegar a resultar el marketing de este tipo de películas que ya de por sí son una rareza: una superproducción rusa sobre invasión extraterrestre.
El film no es bueno y el motivo es tan simple como decir que ya vimos millones de veces propuestas similares (y mejores) por parte de Hollywood.
Amén de eso, es extremadamente larga, aburre y nunca te enganchás con ningún personaje ni conflictos.
Solo destaco la ultima media hora porque está bien lograda y levanta bastante.
El director Fiódor Bondarchuk, quien es el más exitoso en este tipo de propuestas en su país, hace un buen trabajo en la puesta pero nunca deja de ser un “copy/paste”.
Pero ese no es el mayor problema que uno puede tener como espectador de esta película. Aquí todo lo malo -y que empeora el resto- es el doblaje.
La película es rusa y está doblada al inglés. Eso es un espanto. Te aleja.
Absolutamente todos los diálogos se escuchan forzados y no cuadran con lo que estás viendo.
En definitiva, Invasión no es una película para recomendar.