Puede que la sucesión que emula el presente continuo desoriente un poco al espectador pero esta película me fascinó. Una de mis favoritas de los últimos tiempos porque es original, sórdida, luminosa, tierna y difícil. Mostrar a éstos personajes en ámbitos hacinados, sin glamour y marginales al borde de los parques de Disney es una premisa muy atractiva que no defraudó. Tampoco idealiza a los personajes que retrata ni es moralista. Sumamente recomendable al igual que Tangerine. El personaje de Dafoe es encantador, un ángel con alas de hielo en el infierno de ésos edificios.

Peliculón. Los nenes la rompen en su actuación, la ambientación es genial y el mensaje de toda la pelicula te queda en la cabeza. Y como toda buena película, el final es espectacular. No se la pierdan, antes que la saquen de cartel!

Lástima que se haya estrenado tan tarde ya que probablemente le pasó por arriba de la cabeza a mucha gente. Esta película es excelente. Sean Baker dirige esta turbulenta historia de una forma sensible y hermosa, ya que pone todo desde el punto de vista de los protagonistas, que son niños. Si bien las realidades que muestra el filme son duras, la cinematografía es brillante y colorida. Las actuaciones son excelentes, sobre todo los chicos que se roban el filme, y William Dafoe en la mejor interpretación de su carrera. No se la pierdan.

Estupenda película!!! Las vidas que no se muestran en el cine hollywoodense comercial. Una mirada tierna pero algo descarnada sobre la infancia y sobre la lucha diaria por sobrevivir en una sociedad injusta. La película no cae en la visión paternalista ni apela al golpe bajo, y se apoya en el excelente trabajo de su pequeña protagonista, verdadero terremoto que no para ni un segundo, como corresponde a su edad. Todo el elenco que acompaña es bueno, empezando por Dafoe, siempre sólido. Con una historia muy bien llevada, sencilla pero muy humana y con emociones genuinas. Cine indie del bueno, que deja reflexionando al espectador.

Es la tercera película que veo de Sean Baker y siempre me llama la atención cómo construye personajes tan luminosos y queribles en ambientes tan sórdidos y marginales. Sus personajes son los perdedores del sueño americano, en permanente estado de vulnerabilidad, en cuyas vidas, curiosamente, no hay espacio para la tristeza. Enfrentan su existencia con optimismo y dándole amor a quienes los rodean, así es la madre adolescente de esta cinta. No es la persona más responsable del planeta, hace cosas muy cuestionables, pero sin embargo entiendes que está completamente desprotegida y lucha por sobrevivir a su modo. Es una mirada muy sensible sobre la pobreza y la marginalidad.