Tal vez para muchos puede sonar descabellado pensar qué pasaría si fuéramos capaces de ver cómo funciona la teoría de la evolución. De poder concretarse semejante imposible, seríamos testigos de comprobar los efectos de algo que ha tardado millones de años en producirse pero sólo en unos días.
Pues bien, aunque suene alocado esto es lo que va a pasar en una pequeña localidad de Estados Unidos. Tras caer un meteorito en los alrededores de este pueblo, la vida de sus habitantes se va a revolucionar. Unos pequeños bichitos se convertirán en poco tiempo en abominables extraterrestres que quieren dominar el mundo, y eso no se puede consentir.
Los protagonistas de este filme, un profesor de química y otro de geología de una universidad, acabarán utilizando los métodos menos ortodoxos para seguir la pista de este caos, el cual ofrece un nuevo significado a la "ley del más fuerte".
La extraña pareja la forman Ira y Harry, la cual será ayudada por una investigadora del gobierno de nombre Allison. Ellos se convierten, junto al chico que encontró al meteorito, en las únicas personas que se interponen en el camino de los nuevos visitantes. Los procedimientos de los agentes especiales del gobierno no parecen tener demasiado que hacer, ya que aún con toda su preparación a cuestas quedan un poco en ridículo.