Tiene algunos momentos graciosos y me gusta lo de la presión de los Wedding Planners detrás. No está mal filmada ni mal actuada, pero se siente sumamente artificial, carente de sinceridad, con personajes superficiales, conflictos reciclados (y mal resueltos) y parece una de esas "taquilleras de Francia" que suele asociarse con comedias pelotudas. Me duele más que se trate de la dupla de Amigos Intocables que escribieron y dirigieron ésto, porque se siente cómo potencial desperdiciado. Podría haber sido mucho peor, pero aún así, no puedo recomendarla.

Una encantadora comedia francesa sobre el arte de organizar grandes fiestas. Todos los personajes son encantadores en su propio estilo y la trama ofrece situaciones delirantes, además de mostrar la diversidad cultural que hoy identifica a Francia.