Es una película rara, pero atrayente. Narra dos historias, que suceden en épocas distintas, pero interpretadas por los mismos actores. Por un lado está la del soldado Fedérico que llega a un monasterio a presenciar el juicio a la monja que llevó al suicidio a su hermano gemelo. Toda la crueldad de la iglesia cae sobre esta mujer hermosa y temeraria. En la época actual se cuenta la historia del Conde Basta, un viejo vampiro que preside una extraña cofradía dentro de su pueblo y vive en las ruinas del monasterio ya mencionado. El Conde debe enfrentar el hecho de que su figura resulta obsoleta. Los tiempos son otros y él debe adaptarse. Hay mucha poesía, tragedia y humor negro en esta película.