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CHIPS es una firme candidata a quedar entre las peores películas del 2017.
Queda claro que Warner no aprendió la lección de la horrenda película de Los Dukes de Hazzard, en el 2005, que comparada con este estreno es una obra de Robert Altman.
Otra vez tomaron una serie popular de televisión para convertirla en una comedia idiota que trata al espectador como si fuera un pre-adolescente adicto a la masturbación.
CHIPS era una propuesta policial, que aunque nadie pedía una adaptación en el cine, podría haber brindado una buddy movie de acción divertida.
Lamentablemente el estudio delegó la dirección en Dax Shepard, un comediante inepto de televisión que no fue la mejor elección para este proyecto.
Shepard además brinda una patética interpretación del oficial Jon Baker, mientras que Michael Peña encarna al policía Frank Poncherello, rol que hizo famoso a Erik Estrada en los años ´70.
La película es muy aburrida y todo el humor pasa exclusivamente por las referencias sexuales y los chistes trillados sobre penes.
El tratamiento de la comedia es tan pobre y limitado que se vuelve redundante a los cinco minutos y enseguida termina por cansar. Todos los chistes son forzados y en ningún momento brindan una escena que logre ser graciosa y efectiva.
No ayudó tampoco que los personajes principales sean retratados como dos sujetos desagradables, un elemento que atenta contra el atractivo que tiene el subgénero de la buddy movie.
Por otra parte, el argumento central es extremadamente estúpido y desperdicia en el rol de villano a un buen actor como Vincent D´Onofrio. Inclusive la serie de televisión ofrecía historias más elaboradas.
Shepard contamina varias veces su relato con escenas que no aportan a nada a la trama central y estiran la resolución del conflicto sin sentido. Un film que apenas dura 100 minutos y se hace interminable por su extrema idiotez.
CHIPS es tan mala como auguraban los trailers y no merece el costo de una entrada al cine. Hay mejores opciones en la cartelera para evitar perder el tiempo y dinero con este bodrio olvidable.