Barbie es una comedia de nicho divertida que será apreciada principalmente por el target de mujeres de entre 30 y 50 años que busquen reconectarse con la nostalgia de un juguete que pudo haber sido relevante en la infancia.

El resto del público adulto por supuesto también puede disfrutarla pero si pertenecés al fandom de la franquicia vas a conectar mejor con las numerosas referencias y detalles que retratan las diversas etapas de la icónica muñeca de Mattel.

Margot Robbie, como productora principal de este proyecto, tomó el enorme riesgo de marginar a los espectadores infantiles que no tienen ninguna chance de comprender los temas que se tratan en el argumento.

Para las niñas de cinco y ocho años que hoy pueden jugar con Barbie o disfrutan al personaje a través de las propuestas de animación la película resultará inaccesible debido al contenido y el tono de los diálogos, las referencias al metalenguaje y el doble sentido.

Sobre todo en la segunda mitad de la trama cuando entra en un terreno muy Truman Show que resulta demasiado complejo para los más chicos.

 Creo que a partir de los 14 y 15 años podrán digerir mejor esta deconstrucción cultural que propone la directora Greta Gerwig sobre la línea de juguetes.

Un aspecto que me sorprendió gratamente de esta obra es que si bien celebra con cariño las cualidades positivas que se podrían resaltar en el mundo de Barbie no esconde debajo de una alfombra los aspectos más controversiales relacionados con el producto.

Entre ellas las críticas a la imagen corporal y la polémica vida de la creadora de la muñeca, Ruth Handler, quien estuvo cerca de terminar en prisión por estafas financieras y evasión de impuestos.

Por más que todas estas cosas se trabajan con chistes están presentes en el film y llama la atención que Mattel le diera este grado de libertad creativa a la realizadora.

De hecho, la propia compañía es representada como una organización maléfica del patriarcado, palabra que debe sonar más de diez veces a lo largo de la trama

El contenido de comedia es muy efectivo y esta producción encuentra sus mejores momentos cuando abrasa el absurdo y las situaciones bizarras.

Después de la primera mitad el relato de Gerwig se desinfla un poco debido a que en su ambición por abarcar tantos temas a la vez varias subtramas y personajes que eran interesantes no llegan a tener un desarrollo adecuado.

Margot Robbie ofrece una muy buena interpretación de la muñeca que adquiere diversos matices en su personalidad durante la crisis existencialista que elabora el conflicto principal.

No obstante es Ryan Gosling quien termina por robarse el film gracias su desempeño en la comedia con un rol complicado, ya que a Ken le toca asumir un poco el rol de villano, producto de su corrupción con la masculinidad tóxica que descubre durante la incursión al mundo real.

 Cuando la película llega  su fin y pensás en los momentos más graciosos,  todas las escenas lo tienen a Gosling como protagonista.

Lo peor de Barbie y el motivo que le impide ser una mejor película es la ejecución deplorable del comentario social relacionado con temas de género que prácticamente se convierte en un panfleto redundante.

Un tema que excede en realidad a esta producción y forma parte del Hollywood decadente de la actualidad donde se perdió el sentido de la sutileza y la simbología.

El relato de Gerwig no deja ninguna chance que el público adulto pueda pensar por su cuenta debido a que el comentario social se impone a los martillazos.

Motivo por el cual Barbie se termina por convertir en una película bastante mundana y genérica que repite el mismo disco rayado sobre cuestiones de feminismo que hoy encontrás hasta en la sopa.

En ese sentido, la primera película de Wonder Woman, de Patti Jenkins, abordó con mucho más equilibrio e inteligencia los tópicos relacionados con las relaciones de género.

Más allá de esta cuestión, el film logra ser entretenido y el público de nicho al que apunta la propuesta disfrutará el espectáculo.

Quién sabe, si llega a explotar en la taquilla en menos de cinco años Warner estrenará la deconstrucción live action de Max Steel (otro producto de Mattel), con Joaquin Phoenix, centrada en su adicción a la morfina, el estrés postraumático de combate y la geopolítica de la crisis mundial.

Me pongo a escribir sobre Barbie y siento cierto tipo de responsabilidad. Porque sé que no voy a poder transmitir bien en palabras lo magnífica que es esta película.

Estamos ante un caso de esos que se dan de vez en cuando en "films adelantados a su época". Barbie es eso. Es mucho más que una comedia que tiene como centro a la muñeca más famosa del mundo.

Es una crítica social, es un alegato feminista, es un llamado de atención al capitalismo, al consumo. Es una película que rompe la cuarta pared de maneras más que ingeniosas y con líneas de diálogos que no serán comprendidas por todos los espectadores.

Su guión es brillante. Muy rápido. Está espectacularmente escrita por Greta Gerwig y Noah Baumbach, quienes lograron conjugar información dura de la historia de Barbie, coyuntura actual, referencias a la cultura pop y muchas bajadas de línea.

Todo esto plasmado con gran pericia por parte de Gerwig, quien hace una puesta fantástica en la dirección.

Es muy cierta la frase del trailer: esta película es tanto para los que odian como para los que aman a Barbie.

Y llegó el momento de hablar de ella, Margot Robbie, en uno de los castings más obvios y más acertados de la historia.

Ya nos ha demostrado que es una tremenda actriz y no solo una belleza física hegemónica y heteronormativa, y aquí juegan con eso todo el tiempo.

Como espectador la querés y te preocupás por ella. Te hace reír mucho y también te emociona.

Y por otro lado tenemos al genial Ryan Gosling es un papel hecho para él. Es genial desde el lugar que se plantea a Ken y cómo el actor utiliza eso.

El resto del elenco también brilla. Ya sean Kate McKinnon o Will Ferrell en roles más preponderantes o Simu Liu y Ema Mackey en roles más chicos.

Mención aparte para Michael Cera que se roba sus escenas y Dua Lipa como la Barbie sirena.

Hay más sorpresas, tanto de personajes como de situaciones, pero obviamente no las spoliaremos.

En definitiva, Barbie es una de las películas del año y una de las comedias más innovadoras de los últimos tiempos. No se la pierdan.