Primer laburo que veo de Audiard y le da la vuelta de tuerca a un género que generalmente detesto: la autosuperación. Odié éste tipo de historias, salvo escasas excepciones y ésta es una de ellas. Se mezcla el melodrama romántico con la crudeza de la realidad y el resultado es asombroso. Las actuaciones excelentes, en particular Cotillard que ofrece un masterclass en expresiones faciales. La historia es dura, pero mayormente bien trabajada y la dirección de Audiard efectiva y sin decaer. Creo que le faltó un mejor balance con la subtrama del hijo, ya que queda medio en segundo plano hasta casi el final. Fuera de eso, RECOMENDADISIMA.