Las premoniciones y conceptos acerca del bien contra el mal no tienen lugar en el bien ordenado y práctico universo de Maggie O'Connor (Kim Basinger).
Su vida gira alrededor de su trabajo como enfermera en un atareado hospital de Nueva York, hasta que su hermana menor, Jenna (Angela Bettis) aparece en la puerta de su casa una noche lluviosa de Navidad y le deja a Maggie una criatura recién nacida llamada Cody (Holliston Coleman) que padece de autismo.
En poco tiempo Cody le toca el corazón a Maggie y se convierte en la hija que ella siempre había deseado. Pero seis años más tarde, Jenna repentinamente reingresa a su vida y, acompañada de su misterioso nuevo esposo, Eric Stark (Rufus Sewell), raptan a Cody.
A pesar que Maggie no tiene derechos legales sobre Cody, el agente del FBI John Travis (Jimmy Smits), un experto en homicidios rituales y crímenes relacionados con el ocultismo se encarga de su caso al darse cuenta de que Cody cumple años en la misma fecha que varios niños recientemente desaparecidos.
Pronto se vuelve evidente que la niñita es más que "especial". Ella manifiesta extraordinarios poderes que las fuerzas del mal han estado esperando controlar desde hace siglos y su rapto inicia una lucha entre los soldados del bien y los del mal que solamente puede ser resuelta por la fuerza de una chiquilla y el amor que ella inspira en todos los que se acercan a ella.