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A poco meses del estreno de Bajo la misma estrella llega a la cartelera otro drama lacrimógeno cuya visión se hace soportable gracias a la presencia e interpretación de Chloë Moretz.
Filmes olvidables como este, donde ella queda muy bien parada, son los que demuestran una vez más el enorme talento que tiene.
Salvo que seas una chica de entre 15 y 17 años o miembro del fan club de One Direction es complicadísimo engancharte con la trillada historia de amor de este film que parece salida de un guión desechado de Cris Morena.
La idea es que te sientes en la butaca y llores con la forzada relación romántica y la tragedia que vive la protagonista.
Son esa clase de películas donde se nota claramente que el director estaba obesionado con la intención de hacer llorar a la gente.
El problema es que todo se desarrolla de manera tan artificial, como los típicos libros malos de Nicholas Sparks, que es complicado engancharse de esa manera con esta propuesta.
La química entre Chloë Moretz y Jamie Blackey (El quinto poder) brilló por su ausencia y por eso cuesta bastante comprar la relación que se genera entre ellos. El conflicto se plantea como si los personajes fueran almas gemelas que ningún obstáculo puede separar, pero los actores no lograron transmitir esa intensidad en la relación porque no había chispa entre ellos.
Cuesta bastante imaginarse a estos personajes en una relación duradera.
En consecuencia, los mejores momentos del film terminaron siendo todas las escenas que se relacionan con los padres de la protagonista, donde sobresalieron Mireille Enos (The Killing) y Joshua Leonard (recordado actor de El proyecto Blair Witch).
Staci Keach (Cabalgata infernal) en el rol del abuelo de Moretz también tiene un par de momentos destacados.
Inclusive el vínculo especial que tiene la protagonista con la música es mucho más interesante que el soporífero conflicto relacionado con el romance.
El gran punto débil de Si decido quedarme es que la película es extremadamente predecible y no hay lugar para la mínima sorpresa porque todo se desenvuelve tal cual te lo imaginás a medida que transcurre la trama.
A diferencia de Bajo la misma estrella donde se generaba cierta intriga sobre lo que podía ocurrir con los personajes, el argumento de este estreno es muy convencional y eso genera que termine siendo un poco más aburrida.
De todos modos creo que es un film que seguramente encontrará su público. Si te gusta llorar y deprimirte en la butaca de un cine con una trillada tragedia adolescente acá tenés un estreno que no vas a querer dejar pasar.