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En el corazón del mar recrea los hechos reales que inspiraron Moby Dick, uno de los libros más aburridos y agobiantes que se escribieron en la historia de la humanidad.
Se requiere un enorme esfuerzo del espíritu humano terminarlo y si tenés la fortaleza para hacerlo, cuando llegás al final sólo deseás que la ballena mate de una vez a los bastardos que intentaban cazarla, así abandonás la obra de Herman Melville para siempre.
El director John Huston narró con más entusiasmo en el cine este conflicto en el clásico de 1956, protagonizado por Gregrory Peck, en el rol del famoso Capitán Ahab.
Por el contrario, la nueva película de Ron Howard, a diferencia de lo que venden los pósters, no se centra tanto en la ballena, sino en el conflicto de dos marinos por el mando de un barco que sufrió una tragedia en noviembre de 1820.
Estos hechos luego inspiraron a Melville a crear la novela de Moby Dick.
Chris Hemsworth es un marino curtido que desea tener el mando de capitán y Benjamin Walker (Abraham Lincoln: Cazador de vampiros), un capitán de la marina que no cuenta con gran experiencia en el mar.
Ambos hombres, que provienen de distintas clases sociales, deben aprender a colaborar entre sí cuando una enorme ballena destruye el barco que tripulaban y los deja a la deriva en el océano.
Moby (obviamente no se llama así en el film) aparece en un par de escenas pero no es un elemento clave del conflicto. La historia se centra más en el esfuerzo de los náufragos por regresar con vida a sus hogares que la amenaza de la ballena.
Sin embargo desde los trailers promocionales se vendió una propuesta diferente.
Creo que después de esa soberbia película que fue Rush quedaron muy altas las expectativas por ver otra gran producción de Ron Howard y En el corazón del mar resultó una experiencia diferente.
No es para nada una película mediocre pero la historia no enamora ni entusiasma como lo hizo la biografía de los automovilistas Niki Lauda y James Hunt.
Rush fue apasionante por la naturaleza del conflicto y la personalidad de los protagonistas que estaban impecablemente desarrollados.
El nuevo trabajo del director lamentablemente está construido con personajes que no despiertan ningún tipo de entusiasmo y la historia termina siendo olvidable.
No ayudó tampoco el enfoque narrativo que eligió Howard para desarrollar el relato. Toda la aventura de los marinos es un largo flashback que surge en una conversación que tiene un sobreviviente de la tragedia con el escritor Herman Melville, interpretado por Ben Winshaw, el nuevo Q de la saga Bond.
Desde la primera escena ya se le revela al espectador el destino que tuvo la tripulación del barco Essex y eso atentó muchísimo con el suspenso de la trama.
Durante los 122 minutos que dura el film, Howard brinda algunas secuencias de acción interesantes que mitigan el aburrimiento, pero en general gran parte del conflicto gira en torno a la relación entre los náufragos y la odisea que enfrentan luego de perder el barco.
Una experiencia con la que es difícil conectarse emocionalmente como espectador debido a que los personajes no son atractivos.
No obstante, cabe destacar la interpretación de Chris Hemsworth, quien nuevamente tuvo la oportunidad de mostrar su talento en un rol más dramático donde toma distancia de los héroes de fantasía que lo hicieron famoso.
Desde los aspectos técnicos En el corazón del mar tiene las cualidades que uno está acostumbrado a ver en la obra de este director.
La fotografía es fantástica, hay un uso decente de los efectos digitales y el formato 3D, y las pocas secuencias de acción están muy bien realizadas. Por lejos, los momentos más destacados del film.
Sin embargo, la película brinda una historia que rápidamente queda en el olvido y no te inspira a volver a verla como ocurre con los mejores trabajos de este cineasta.