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Para tratarse de un personaje tan aburrido como Riddick la verdad que es un milagro de Hollywood que sigan haciendo películas con este sujeto.
Todavía no termino de entender por donde pasa la pasión por el pelado con antiparras cuando es el anti héroe con menos onda que interpretó Vin Diesel en su carrera.
Sin embargo es un hecho tiene su grupo de seguidores que lo consumen y generaron que llegara dos veces más al cine.
Pitch Black, la primera película del 2000 en la que apareció, ni siquiera se estrenó en Argentina, ya que fue directo a dvd, pero logró alcanzar cierto estatus de culto.
La buenas ventas que generó el film en video permitieron que el personaje retornara a los cines en el 2004 con una superproducción de 120 millones de dólares, La crónicas de Riddick, en la que trabajó Judi Dench.
También se hizo un cortometraje animado para dvd, Dark Fury, que narraba una serie de hechos que ocurrían entre el primer y segundo film.
Vin Diesel y el director David Twohy este año volvieron a reunirse en esta nueva entrega en el cine que de algún modo retoma un poco lo que fueron la raíces del personaje.
Es decir, Riddick está más en sintonía con Pitch Black que con Las crónicas, donde Twohy intentó hacer algó diferente con el personaje principal y no convenció a los fans.
En este caso contaron con menos de la mitad del presupuesto de la segunda entrega, apenas 40 millones de dólares, al que le sacaron todo el jugo posible.
Con un enfoque casi minimalista, donde hay muy pocos diálogos en todo el film, Riddick presenta una aventura casi solista de este personaje que se la pasa luchando con monstruos, muy poco aterradores y creativos dentro de la trama.
Salvo por unos breves aportes de Diesel en una narración en off, durante los primeros 10 minutos del film no hay diálogos y el director narra la historia a través de las situaciones de suspenso en la que se ve involucrado el protagonista.
El comienzo está muy bueno pero después la trama decae bastante.
El problema que encuentro en este film es que los productores centraron todo el conflicto en las espaldas de Riddick y al personaje no le da el cuero para bancarse una historia solo porque es un bodrio.
Riddick si no interactúa con otros personajes que tengan un caracter diferente, como ocurría en Pitch Black, es aburrido porque no tiene onda.
Una película de este estilo la podés construir con Mad Max o El hombre sin nombre, de Sergio Leone, que eran antihéroes atractivos, pero el rol de Diesel ni siquiera es interesante.
En la nueva película el personaje está muy solo y no queda claro cuál es la razón de ser de esta producción, que tiene un trabajo decente en los aspectos técnicos, pero falla en brindar un conflicto atrapante.
Si bien Riddick tiene algunos momentos de acción bien realizados en general es uno de esos filmes que te olvidaste por completo 20 minutos después que saliste del cine.