David Clark (Sudeikis) es un traficante de marihuana de poca monta cuya clientela incluye chefs y madres de familia, pero no niños (pues después de todo, tiene escrúpulos). Siendo así, ¿qué puede salir mal? Mucho. Prefiriendo mantener un perfil bajo por obvias razones, David aprende a la fuerza que no hay buena obra que quede impune: al intentar ayudar a unos adolescentes de su vecindario termina siendo abordado por un trío de punks que le roban sus provisiones de marihuana y su dinero dejándolo en deuda con su proveedor, Brad (Ed Helms). Para poder borrar su pasado (y mantener un buen estado de salud), David deberá convertirse en un verdadero traficante de drogas y traer de México la más reciente carga de Brad. Convence a sus vecinos, la cínica stripper Rose (Aniston), el potencial cliente Kenny (Will Poulter), y la adolescente que lo ha aprendido todo en la calle Casey (Emma Roberts) y elabora un plan a prueba de tontos. Con una esposa falsa, dos supuestos hijos y una enorme y brillante casa rodante, los “Miller” se dirigen hacia el sur de la frontera para pasar un fin de semana del 4 de julio que seguramente terminará de forma explosiva.