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No deja de ser loco que entre los numerosos estrenos de terror que tuvimos este año este es el único que no tiene que ver con exorcismos, fantasmas y documentales falsos.
En ese sentido Juegos de muerte fue un respiro entre tanta temática repetida.
Cuando el director James Wan creó la primera entrega de SAW logró enganchar a los espectadores de todo el mundo con una historia que iba más allá de la violencia.
Había un psicópata que tenía sus motivos para elegir las victimas que sometía a sus perversiones y la trama te atrapaba por el suspenso.
Ese es un detalle que olvidaron tener en cuento los realizadores de El juego del terror, un film malísimo estrenado hace unos años que ahora obtuvo su innecesaria continuación.
La anterior era una película descerebrada que se apoyaba en el morbo de las escenas de tortura y el gore.
Un film que intentaba refritar la saga de SAW con un argumento pobrísimo y uno de los villanos más pedorros que brindó este género en los últimos años.
La segunda entrega en esencia presenta el mismo nivel de mediocridad que la anterior pero con una mayor dosis de sangre y escenas de violencia más zarpadas.
¿Quién es el asesino y cuales son sus motivaciones? ¿Cómo demonios logra conseguir la infraestructura para armar las trampas con las que tortura a sus víctimas?
En el film previo todas esas preguntas básicas nunca se respondían porque el director Marcus Dunstan (guionista de SAW 4, 5 y 6) sólo se concentraba en el gore.
Si bien uno no busca estas películas por el contenido de la historia el villano tiene que tener un mínimo sostén argumental porque sino el film es una huevada.
En la nueva entrega, el asesino que parecería mata gente por el simple hecho que fue rechazado del casting de 100 % Lucha, regresa para entretenerse con más situaciones estúpidas, con la particularidad que ahora también usa armas de fuego.
Ese es otro aspecto decepcionante.
En el pasado, Jason Voorhees y Leatherface, el loco de la motosierra, nunca cayeron tan bajo.
Lo único que mejoraron con respecto a la anterior es que en este caso por lo menos se concentraron en presentar un argumento un poco más redondo que el del primer film.
Me parece justo destacarlo.
En esta continuación el gemelo malvado de La Masa resulta que secuestra a la hija de un millonario y un grupo de mercenarios con la ayuda del protagonista del capítulo previo se internan en la casa del asesino para rescatar a la joven.
Juegos de muerte es una película que sólo va a ser disfrutada y recomendada por aquellos espectadores que disfrutan de este género únicamente cuando se incluyen escenas extremadamente violentas y sangrientas.
De eso se trata todo esto. El film es un collage de gore con situaciones de asesinato y tortura que no tienen sentido y están realizadas para la gente que busca eso y probablemente la recomendarían con una B+.
No me parece mal, son cuestiones de gusto.
Si te encantó la primera y querés ver más de lo mismo seguramente no vas a salir decepcionado del cine.
En mi caso este estilo de historias hoy me resultan un bodrio absoluto (hasta los slashers de los ´80 son más entretenidos) y creo que se suma a la larga lista de películas de terror mediocres que vimos este año.