Ron Sheldon apuesta a lo seguro e implementa una fórmula más que conocida para Hollywood: dos actores reconocidos sumados a una película de acción con toques de humor. Resultado: un éxito de taquilla garantizado. De este modo llega a la cartelera de Cinemark “Ultimo Round”, una mezcla de road-movie y film de boxeo que tiene por protagonistas a Antonio Banderas y Woody Harrelson (cabe mencionar la experiencia del director con folms como “Tin Cup”, en el que el golf es el eje de la película, o “Los blancos no saben meterla”, sobre basketball). El libro propone entonces la competencia de dos viejos amigos, Vince (Harrelson) y Caesar (Banderas), que tentados por un promotor de boxeadores intentan llegar a Las Vegas y protagonizar una pelea por la que se dividirán 100 mil dólares... y la chance de llegar a una pelea por el título de los medianos. El camino a Las Vegas es entonces el escenario de dramas y pasos de comedia que llegan a entretener, y las confesiones de los personajes que quedan como aislados intentos de emoción sin llegar a ser demasiado efectivos. Las actuaciones son correctas, y la historia divierte a quienes llegan con la única pretención de entretenerse por poco más de dos horas.