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La extraña vida de Timothy Green ya se ganó un puesto en el podio de los grandes filmes lacrimógenos de Disney junto con Bambi y Tierra de osos.
Esta es una película donde el término extraño excede al título de la historia.
Todo es extraño en Timothy Green.
La película fue concebida por Ahmet Zappa, uno de los hijos del músico Frank Zappa, y presenta un cuento de hadas para adultos.
Una historia muy sensibilera que lidia con distintas temáticas.
Tiene que ver con el atreverse a ser uno mismo en la vida, la paternidad y como a veces los padres proyectan sus frustraciones emocionales en sus hijos.
No es una propuesta precisamente infantil y debe haber sido una odisea para Disney promocionar una propuesta de este tipo donde no está muy claro el target de público al que se apuntaba con este film.
Supongo que es una propuesta para aquellos que todavía puede emocionarse con un cuento de hadas y no se ponen a analizar esta historia como si se tratara de un autopsia forense.
Timothy Green tiene un gran parecido con “La niña de nieve” ese excelente libro de Eowyn Ivey, publicado en Argentina, que contaba la historia de un matrimonio que había perdido un bebé.
La pareja hacía un muñeco de nieve y al día siguiente la figura se transformaba en una niña adorable que le cambiaba la vida a la pareja y a los habitantes de un pueblo de Rusia.
En este caso Timothy nace de un huerto y como aquella leyenda rusa su origen fantástico nunca se explica en el film.
Tampoco importa demasiado, ya que la trama se centra en cómo el chico toca la vida de cada persona con la que interactúa y la lección que le deja a cada uno de ellos.
El trabajo del director Peter Hedges (¿Quién ama al Gilbert Grape? ) se destaca por la fotografía de John Toll (frecuente colaborador de Mel Gibson y Cameron Crowe) y un muy buen reparto donde sobresale Jennifer Garner y Joel Edgerton (Rey Arturo).
El chico C.J Adams resultó todo un acierto para el rol de Timothy porque logró hacerlo simpático pero también conserva las cualidades extrañas del personaje que lo hacen tan especial.
A diferencia de Cadena de favores, otra gran historia emocional, que te mataba con el golpe bajo del final, acá los momentos dramáticos estuvieron manejados con más tacto y eso generó que el film no resultara un bajón.
Por eso es un gran disparate considerar a Timothy Green una película deprimente como hicieron algunos críticos.
Para que se entienda, el tono emocional de esta película está más cerca de Frank Capra que de Michael Heneke.
También tuvo que ver el hecho que esta historia es más predecible y hacia la mitad de la trama uno puede intuir lo que va ocurrir con los protagonistas.
La verdad que se requiere de un alto grado de cinismo o formar parte de las legiones de hombres grises de Momo para destruir está película.
Creo que hay un montón de gente que la vas a disfrutar y merece la pena darle una oportunidad.
A mi me gustó mucho y la recomiendo.