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Don Winslow es un autor de novelas policiales que trascendió por un libro que escribió titulado “El poder del perro”, una gran historia sobre el mundo del narcotráfico.
Lamentablemente el resto de su obra es una porquería con la que yo por lo menos ya perdí la paciencia por completo.
Prefiero leer a Lorenzo Carcaterra, Michael Conelly o Ed McBain que por lo menos crean conflictos inteligentes.
En el caso de Salvajes se trata de una novela que parece escrita por un pibito alzado de 13 años que tiene una visión completamente pendeja del sexo y las mujeres.
Un libro que parece destinado a la generación Tweeter con dificultades para leer más de 140 caracteres. Todo se desarrolla bien rapidito con muchos diálogos sobre temas intrascendentes.
Vaya a uno a saber por qué Oliver Stone decidió financiar de su propio bolsillo la adaptación de este libro en el cine, en lugar de filmar “El poder del perro” que era mucho más interesante.
Tal vez alguien ya compró los derechos de ese libro, no lo sé.
Debo ser justo en esto.
Hasta los 10 minutos finales, la película de Stone hizo mucho más interesante una historia floja y absolutamente irreal como la que propone Salvajes.
Por lo menos las cuestiones sexuales las trabajó con más cerebro y madurez que lo que hizo Winslow en la novela, quien parece haber escrito su obra en plena sobredosis de Viagra.
Con un estilo narrativo que evoca el último cine de Tony Scott, especialmente la película Dominó (con Keira Knightley), Stone brinda un policial decente, pese a los huecos argumentales que tiene la trama.
El autor de esta historia es un famoso defensor de la legalización de las drogas para reducir el narcotráfico y la película un poco también tiene que ver con eso.
En este caso tenemos como protagonistas a dos fumones con conciencia social que le roban dinero a traficantes para hacer tareas de beneficiencia en países del tercer mundo.
Los actores en general están muy bien y en especial se destaca Benicio del Toro como un mercenario desalmado.
Stone construye con bastante tensión el conflicto y brinda muy buenas secuencias de acción hasta que hunde la película, en los últimos minutos, con un final Hollywoodense que ni siquiera estaba en la novela de Winslow.
Un hecho incomprensible porque la conclusión que le dio al film va a contramano con el tono que tenía la historia hasta ese momento.
La película es como que tiene dos finales. Uno que se acerca un poco más al del libro original y el segundo que lo inventaron en la adaptación y parece forzado.
Tendremos que esperar a escuchar el audiocomentario de Stone en dvd para enterarnos por qué tomó esa decisión que es muy loca.
Salvajes no es un título memorable del director pero brinda una propuesta entretenida que se deja ver.