En la Suecia de principios de 1900, en tiempos de cambios sociales y descontento, guerra y pobreza, la joven de clase trabajadora Maria Larssons (Maria Heiskanen) gana una cámara fotográfica en la lotería y decide conservarla, en una decisión que alterará el resto de su vida.

La cámara permite a Maria ver el mundo a través de nuevos ojos. Ayuda a nutrir los momentos de una numerosa y careciente familia, pero se convierte en una amenaza para su marido, un mujeriego algo alcohólico y a veces violento (Mikael Persbrandt), aunque conforman un matrimonio sólido. Mientras, acerca también a la vida de Maria al encantador fotógrafo "Piff Paff Puff" (Jesper Christensen).