D
Hay dos caminos que te llevan a ver una propuesta como esta.
Puede que seas un fan de esta saga o un amante de las películas malas que divierten.
La saga literaria Crepúsculo es probablemente una de las peores historias que se han escrito en el género fantástico en la última década, donde los principios ultraconservadores de su autora hicieron que “Mujercitas”, de Louise May Alcott, hoy en pleno siglo 21 tenga una visión mucho más progresista de la mujer.
La verdad que como fan de Hard Rock Zombies y Black Gestapo no podía dejar pasar esta gran obra del cine clase Z disfrazada de super producción hollywoondense.
Pocos filmes en los últimos años lograron sacarme tantas carcajadas como las entregas anteriores de esta historia.
¿En que otra película vas a encontrar hombres lobos que lucen como strippers y pseudo vampiros que parecen muñecos de cera y se van de luna de miel a Brasil?
Nos estamos refiriendo a una historia donde el vampiro principal se niega a morder la garganta de su amada hasta que no estén casados. Alabados sean los mormones en este mundo!
Ver este tipo de cosas es algo que no tiene precio y esas situaciones ni siquiera las encontrás en la película más bizarra de Roger Corman.
Amanecer parte 2 si bien tiene menos escenas desopilantes que las entregas anteriores sigue calificando como uno de los grandes placeres culposos del cine.
Una saga que ya quedó en la historia por haber reunido en una misma trama a la mayor cantidad de actores mediocres del cine hollywoodense.
Salvo por Michael Sheen, Dakota Fanning y Billy Burke (Charlie) que son artistas en serio que tienen un talento genuino para actuar, el resto son realmente horrendos.
Sin embargo, las malas actuaciones no son el problema de este estreno.
El gran inconveniente de Amanecer parte 2 y el motivo principal que justifica mi calificación es que desde la realización es un film espantoso.
Olvidate de Robert Pattinson, la soporífera Kristen Stewart y los libros mediocres de Stephenie Meyer.
Como producción cinematográfica esto es decadente.
Es una vergüenza que una película de Hollywood que costó 131 millones de dólares tenga los efectos visuales de un típico film clase Z de Lorenzo Lamas.
Es más, uno de los últimos trabajos de Lorenzo, Megashark Vs. Giant Octopus tiene escenas con efectos digitales mucho más dignas que esta película y no es un chiste.
Hay algunos momentos en esta producción, como el que Bella Swan sale a cazar por primera vez, que resultaron realmente patéticos y los efectos especiales son de una pobreza impactante.
La batalla final entre los “vampiros”, que incluyeron para ponerle un poco más de onda a un conflicto aburridísimo, contiene escenas absolutamente berretas donde el trabajo con la animación computada es muy mediocre.
Los movimientos y transformación de los lobos, por ejemplo, son completamente truchos y también se ven como dibujos animados artificiales.
Hoy en día tenés videos juegos donde los gráficos tienen un realismo mayor al que vas a encontrar en varias escenas de esta película. Por eso esta producción es una vergüenza que subestima la inteligencia de sus fans.
Les ofrecen basura mal hecha total lo van a consumir igual y no les importa.
En la primera película de Crepúsculo, más allá de lo que te pueda parecer la historia, estos aspectos estaban más cuidados.
Amanecer parte 2 que es la más cara de la saga increíblemente resultó todo lo contrario y desde lo cinematográfico es una película muy mala.
La batalla final es una de las peores secuencias de acción que se hicieron en los últimos años.
Después tenés una musicalización paupérrima que carece de todo tipo de criterio.
Canciones que suenan en la historia sin sentido más que para justificar la venta de una banda de sonido. Esas son la cuestiones berretas que tienen estas películas.
Dividir esta trama en dos partes es casi criminal y no tiene otro motivo que el de recaudar más plata porque el conflicto se podía contar en un solo film.
Hasta el final en que se enfrentan los clanes de freaks que inventó la autora de estos libros (los vampiros son otra cosa) la verdad que no pasa nada relevante, salvo por las escenas románticas que parecen escritas por los guionistas de una telenovela de Thalía.
Lo positivo es que por lo menos la película tiene varios momentos que te roban una carcajada.
La llegada de los testigos de Brasil en el clímax del conflicto y el montaje final que recuerda toda la saga y parece un video de una fiesta de egresados de quinto año son momentos gloriosos.
En fin, terminó Crepúsculo.
Adiós a un ìcono del cine cutre que divierte. Forever.