Después de haber sido la capitana de las porristas y novia del jugador estrella del equipo de fútbol Rose Lorkowski ahora a sus treinta y algo es madre soltera y trabaja como doméstica. Su hermana Norah vive aún en la casa familiar con el padre de ambas Joe, un vendedor con un largo historial de fracasados proyectos para enriquecerse rápidamente. Desesperada por meter a su hijo en un mejor colegio Rose convence a Norah para montar juntas un negocio de limpieza de escenas de crímenes para ganar rápidamente algo de dinero. En poco tiempo las chicas tendrán que ocuparse de asesinatos, suicidios y muchas otras situaciones especializadas. Mientras van escalando en el mundo de este negocio bastante sucio las hermanas desarrollan un gran respeto la una por la otra y la cercanía que siempre añoraban tener entre si florece. El proceso de edificar juntas un negocio propio improbable les permitió compartir las alegrías y los retos que forman parte de toda relación estrecha mientras también crean un futuro más alentador para toda la familia Lorkowski.