Jonathan McQuarry (Ewan McGregor) es ese hombre. Un anónimo auditor corporativo a la deriva en el mar de Nueva York. Su estilo es “mucho trabajo y nada de vida”, y ese es su problema. Un encuentro con Wyatt Bose (Hugh Jackman), un carismático abogado, introduce a Jonathan en una Nueva York que existe sólo para los privilegiados, una sala de juegos algo decadente para ejecutivos acomodados. Allí, los hombres usan trajes carísimos, y cuando se aflojan la corbata frecuentan oscuros subsuelos, con mujeres hermosas y muy bien predispuestas. Para aquellos agentes poderosos cuyas jornadas de dieciocho horas diarias no les deja tiempo para una vida personal, para ellos está “The List”, un club nocturno donde el número de celular indicado y cuatro simples palabras “¿Estás libre esta noche? pueden llevarte a una velada de regocijo sexual. Pero un romance con una deslumbrante y misteriosa extraña, conocida por Jonathan solamente por su inicial “S” (Michelle Williams), lo expondrá a otro mundo que él jamás había imaginado: un mundo de traición y asesinato.