A Duro de matar es un ícono de la cinematografía. ¿Quién no recuerda el edificio Nakatomi, con el malvado Snape (Alan Rickman) tratando de matar a Bruce Willis? La segunda era medio bolazo, pero era aceptable. Era la que un grupo de militares trataban de hacer escapar a un dictador latinoamericano de un aeropuerto cuando lo llevaban a USA para juzgarlo. Era una especie de Noriega de Panamá. La tercera, indudablemente no estuvo a la altura de las circunstancias, porque logró terminar con la saga y porque realmente no recuerdo buenas imágenes de la misma. Bruce Willis señores… Indudablemente se dio cuenta de que tenía que hacer las cosas bien. Y se rodeó de gente que supo hacer bien las cosas. Aclaremos que estamos hablando de una peli de acción, donde seguro algún que otro tiro debería matar a alguien y no lo hace, donde algunas escenas de acción son exageradas y donde el guión por ahí no conviene analizarlo muy al detalle. Aclarado eso, la pregunta es… ¿La peli entretiene? Son 130 minutos al palo. Con escenas de acción gloriosas, como la del “rescate” del hacker al comienzo, o lo que hacen con el helicóptero, y con peleas excelentemente planeadas. A eso se le suma un elenco” malvado” muy bien elegido, como la diosa Maggie Q que realmente se merece esa “escena” con Bruce Willis que llamará mucho la atención de la platea, y otros más que se destacan en las peleas y corridas que hay y que son generosas. Del lado de los “buenos”, además de Bruce, le aporta muy buen humor Justin Long, y será muy festejada la aparición freak de Kevin Smith. Duro de matar 4, vale cada centavo del valor de la entrada y es un regreso que debe ser festejado. Bruce nació para esto

A Soberbio peliculon!
Eso es todo lo que tendría para decir de este estreno, sino no fuera porque la experiencia de verla resultó una gran sorpresa, que francamente no esperaba. Repasemos algo brevemente. Duro de matar es una saga que al igual que Mad Max o Arma Mortal marcó una bisagra en la historia del cine de acción a partir de su aparición.
Cuando John McTiernan nos presentó por primera vez a McClane nos sorprendió con un héroe que, a diferencia de Rambo o Schwarzenegger en Comando, no era una máquina de matar sino un tipo común que se enfrentaba a situaciones extraordinarias y que bajo ningún punto de vista quería verse involucrado en ellas. Sencillamente no quería ser un héroe. Y claro, también estaba el humor y las maravillosas secuencias de acción.
Por todo esto, cuando hablamos de Duro de Matar o algunas de sus secuelas no nos referimos a otra película de acción de Hollywood, sino a una de las mejores sagas que existen en el cine.
Francamente yo tenía muchas dudas con la cuarta entrega por su director.
Len Weisman hizo un gran trabajo junto a su esposa Kate Backinsale en los filmes de Inframundo (Underworld), y lo que me generaba temor es que hiciera de esta nueva aventura de McClane, una película como xXx 2 (Ice Cube) donde la mayoría de las secuencias de acción eran generadas por un trabajo burdo de animación computada.
Afortunadamente eso no ocurrió, en esta película Len Weisman se adaptó a la saga y sus características y no al reves.
De hecho, Duro de Matar 4 fue filmada en su 90 por ciento al estilo de la vieja escuela, donde la escenas de acción sobresalen gracias al trabajo de los dobles de riesgo y un gran director de segunda unidad.
Hay mano de la computadora en algunas partes que se van a dar cuenta cuando las vean, pero el laburo lo manejaron de la manera más sutil posible para que el film tampoco quede como una de ciencia ficción.
La nueva secuela tiene el estilo clásico de las Duro de Matar donde no faltan (gracias a Dios!) esas escenas en las que siempre hay algún idiota en el cine que dice en voz alta:"Pero ¿Cómo va a hacer eso? o "Ah, bueno, pero eso no es creíble".
Debería existir un sistema de eyección especial en las butacas de los cines para esa clase de espectadores. El que no entendió de que va Duro de Matar a esta altura ya no hay remedio...
Queda demostrado que aunque pasaron unos cuantos años de la tercera, a Bruce Willis todavía le da el cuero para hacer esta clase de películas y su trabajo es más que digno.
De las nuevas incorporaciones, están muy bien Justin Long y Kevin Smith, cuya loca participación es muy divertida.
Quiero hacer un agradecimiento especial al director por bajarle el pulgar durante las pruebas de casting a Jessica Simpson y Justin Timberlake, quienes iban a interpretar los hiios de McClane. Hubiesen destruido la película.
No creo que esta secuela sea la mejor de la serie (la tercera sigue en mi primer puesto ), pero se disfruta muchísimo en estos días donde las películas de tiros clásicas no abundan en la cartelera.
En fin, este regreso de McClane se celebra y hay que disfrutarlo en la pantalla grande.