Goyo, antiguo campeón de natación en aguas abiertas, se refugia en el desierto, abandona su carrera y sus sueños, tras una injusta acusación de doping en la Maratón Santa Fe-Coronda, que consiste en cruzar a nado 57 kilómetros del río Paraná. Ocho años más tarde, Goyo regresa a la ciudad de Santa Fe. La maratón vuelve a realizarse y busca recuperar su título y limpiar su nombre. Con su regreso vuelven también su pasado y las viejas emociones. Goyo se cruza con Chino, un disciplinado y terco nadador de pileta, que intenta tenazmente clasificar para la selección nacional, pero falla. Goyo se siente identificado con Chino e intenta ayudarlo, pidiéndole que sea su guía en la lancha que lo acompañará durante la maratón.